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La batalla contra la IA y el Netflix educativo nacido en la región


La batalla contra la IA y el Netflix educativo nacido en la región

Por Horacio Marmurek
Periodista de cultura y espectáculos


Termina 2023 y uno de los tópicos en todos los resúmenes será la IA. La inteligencia artificial, eso que en febrero era el ChatGPT, en menos de doce meses evolucionó a una velocidad pasmosa y hoy es parte cotidiana de la planificación de varias empresas para el año que viene. Menos en los contenidos audiovisuales. O por lo menos en la superficie de los contenidos. La huelga de guionistas y actores, ambas en Estados Unidos pero con rebote en todo el mundo y en el ecosistema de producciones, tuvo entre otros puntos de debate el uso de las inteligencias artificiales en el desarrollo de los proyectos. Después de 148 días de huelga, los guionistas llegaron un acuerdo contra el uso de la IA generativa en el lugar de trabajo. En ese nuevo contrato colectivo de trabajo se firmó que los estudios y las compañías de producción revelen a los escritores si cualquier material que se les haya dado ha sido generado por la IA parcial o totalmente. La IA no puede ser un escritor acreditado, no puede escribir o reescribir “material literario”. La escritura generada por la IA no puede ser material de origen.
“Espero que sea un modelo para muchas otras industrias de creación de contenido”, dijo Tom Davenport, profesor de Tecnología de la información en Babson College y autor de All-in on AI: How Smart Companies Win Big with Artificial Intelligence. Él asegura que el uso de AI se va a dar de manera complementaria: “Van a ser los humanos trabajando junto a ella. Siempre ha sido la mejor manera de usar cualquier forma de IA”. Hollywood trajo el tema a la primera plana. Pero el debate queda abierto.
En la última edición de TEDX Río de la Plata, Alejandro Nieponice, cirujano de la Fundación Favaloro, hablaba de las operaciones donde intervienen las inteligencias artificiales, de su ayuda y su capacidad de éxito para asistir a un médico mientras la realiza, pero que no tiene la sensibilidad en la sala de operaciones ni la capacidad empatía para llevar adelante los diagnósticos.

Las inteligencias artificiales llegaron para quedarse. Hace rato que las usamos pero no las discerníamos porque no las veíamos como una amenaza. Netflix y su algoritmo quizás sean un gran ejemplo.
Cuando nos presentaron House of Cards, uno de sus primeros originales de alto perfil, nos contaron que habían utilizado datos recolectados por la aplicación en base al uso de sus usuarios. Si fueron personas quienes analizaron los datos o un procesador nunca nos lo explicaron. Aquella función que elegía la imagen de una serie o película que más nos podía atraer en base, una vez más, a nuestros gustos y consumos, no deja de ser otra muestra más que la IA estaba ahí presente.
La batalla aparentemente ganada por los escritores primero parece haber dado pie al éxito de los actores. Ya que su huelga (una de las más largas, si no la más larga, de la historia de esa profesión) llegó a su fin cuando las condiciones económicas y sobre uso de las IA fueron aceptadas por los grandes estudios.
Sin lugar a dudas, este es un gran hito para Hollywood, una industria de más de 130 mil millones de dólares que tiene mucho terreno para recuperar este año. En julio, los estudios afirmaron que ofrecían una “propuesta innovadora de IA que protege las semejanzas digitales de los actores”. el sindicato de actores, respondió que la propuesta estipulaba que los artistas de fondo podían ser escaneados, pagados por el día y luego convertidos en personajes digitales que los estudios podrían usar “por el resto de la eternidad”. Ese punto generó grandes fricciones y demoró la negociación.
Según contaba The Hollywood Reporter, la propuesta de AMPTP (la Cámara de productores) buscaba permitir que los estudios pagaran por los escaneos de IA de lo que se conocen como artistas del Programa F y, tras la muerte de los actores, permitir que los estudios usen los escaneos sin el consentimiento de los herederos o SAG. Los artistas del Programa F incluyen a cualquier persona que haga más de la tarifa mínima para los habituales de series de televisión o largometrajes. El gremio quería una compensación por la reutilización de los escaneos, junto con el consentimiento.

Una vez más Netflix lo hizo: en el primer capítulo de la última temporada de Black Mirror, se cuenta la historia dentro de la historia de actrices que son utilizadas en series para las cuales nunca las llamaron, simplemente usaron sus imágenes.
Y si bien el uso de imágenes de actores muertos no es una novedad: Star Wars, la franquicia de Disney, ya usó a Peter Cushing y Carrie Fisher, aunque la tecnología aún no lo muestra como “orgánico”.
La huelga detuvo una gran cantidad de proyectos y al mismo tiempo ha permitido depurar algunas trayectorias establecidas cual plan quinquenal de los estudios. En el medio la crisis económica llegó a las plataformas y hoy los originales son escasos y las exclusividades no son tales.
Películas y series que pasan de una plataforma a otra o que se pueden ver en más de una empiezan a ser la nueva normalidad de un ecosistema que creció sin sustento y más apalancado en las distintas fusiones hechas en Wall Street que en las posibilidades de los consumidores.
Tener más de dos plataformas y el tiempo para disfrutarlas seriamente no es para cualquiera.
2024 se plantea como un espacio de nuevos desafíos. Producciones en pleno desarrollo debieron reformularse. Las franquicias de superhéroes entraron en crisis. Aquello que era un evento pasó a ser rutinario. Una generación criada a base de efectos especiales es más detallista con lo que se le ofrece en la pantalla grande. Mientras la IA será un tema a seguir en los próximos meses en la Argentina, la combinación de plataformas, algoritmos y producción de contenidos suma un nuevo proyecto.

FlexFlix es el proyecto que se presentó en sociedad en los primeros días de noviembre. Pablo Aristizábal, creador de Aula 365 y Los Creadores, desarrolló esta nueva plataforma que fusiona el streaming on demand y en vivo con divertidos copilotos (personajes virtuales) que acompañan a todas las generaciones comentando, reaccionando y enriqueciendo los conocimientos a partir del uso de la inteligencia artificial con propósito para aumentar la inteligencia biológica de manera equitativa de toda la familia. “La inteligencia artificial es una fuerza arrasadora, llamada a transformar el mundo en que vivimos. FlexFlix representa una revolución en el entretenimiento inteligente, que va a permitir que muchísimas familias incorporen y dominen esas nuevas tecnologías para asegurar un pasaporte al futuro de todos sus integrantes. Es un superpoder que nadie puede dejar de aprovechar para desplegar su ser y su potencial de ser”, explica Aristizábal, CEO y fundador de FlexFlix.
La creación de videos sobre contenidos educativos y poder saber qué herramientas de IA se utilizaron en su desarrollo es una de las características principales de esta nueva startup lanzada en toda la región.
Pensada para que se pueda utilizar en inglés, español y portugués, la idea de FlexFlix es capturar una audiencia de niños y adolescentes al mismo tiempo que convocar a los adultos a compartir el tiempo en familia.
Veremos cómo se trabajan las IA en nuestro país, donde estas herramientas ya desembarcaron pero aún no han sido observadas por quienes deber colaborar con ellas. A todos los pendientes que tenemos en nuestra industria audiovisual se le suma uno nuevo para 2024.

Anuncian en la edición #153