Por: Marta González Muguruza y Majo Acosta Foto de apertura Tamanna Rumee @unsplash
Thany Moraes es licenciada en Comunicación Social, brasilera y vive en
la Argentina hace más de cuatro años. Estudió Branded Entertainment
& Content en Miami Ad School Brasil, y Human Centric Strategy
en Hyper Island. Hoy es directora de Estrategia en La Comunidad.
Manolo Jofré es Head of Strategy & Business Integration de draftLine
Argentina y en su paso por 72andSunny, Ogilvy, +Castro, David y La
América aprendió que es imposible aislar la estrategia del proceso
creativo. En este nuevo zoom-in los cruzamos para conocer su punto
de vista, motivaciones e intereses.
¿Cómo les gusta trabajar? ¿Tienen un método ideal de trabajo?
Thany: Yo creo que hay distintos momentos y que dependen del trabajo estratégico. Un
estratega solo todo el tiempo es muy peligroso, porque es muy importante poder validar
tus pensamientos, contar con la opinión de otros y que alguien te "challengee" el punto de
vista. Hay momentos en los que hay que sentarse solo, ponerse los auriculares, estar muy
concentrado y leer otras fuentes, y a veces es importante estar en contacto con otras personas.
Contar con el punto de vista de estrategas junior es fundamental porque son personas que
no tienen los vicios de la profesión.
Manolo: Sí, para mí ese punto es clave. Sobre todo la mirada fresca de los más jóvenes. A
veces recibimos un cachetazo de verdad, son una gran fuente de aprendizaje constante.
Hoy estoy trabajando con un montón de chicos en mi equipo sub25 que tienen un punto
de vista de la vida sorprendente y aleccionador. Yo crecí en una escuela en donde nunca
concebí la estrategia aislada del proceso creativo. Me reconozco como más caótico en mis
procesos. Cosa que a veces me genera ciertas ansiedades... Y también, como decía Thany, hay
proyectos y proyectos. Hay momentos en los que tenés que ser más ordenado y otros en los
que te podés dar el lujo de tirar y compartir tu caos sobre la mesa, esperando que se ilumine
esa parte con la que después vas a empezar a construir. Siempre les digo a los chicos que
trabajaban conmigo: "Calmemos la ansiedad, traigamos puntos de vista, discutamos". La idea
va a aparecer. No es por arte de magia. Creo que hay una etapa de caos y de iluminación. No
soy muy amigo de los métodos. Sí los adopto cuando creo que son necesarios. El mundo nos
lleva a no confiar tanto en los métodos lineales.
¿Y cómo funciona eso trabajando en una estructura como draftLine que está dentro de
una compañía? ¿Qué ventajas y desventajas encontrás?
Manolo: Tengo algunos meses acá y me parece que todavía sigo en un aprendizaje básico
de lo que es estar en un lugar así. DraftLine aprovecha su posición de ser parte de una
compañía tan grande como AB InBev, la cercanía que tiene con los equipos, con las marcas,
con los números, con el negocio; no solo con lo que es comunicación sino también ventas,
distribución, desarrollo de nuevas plataformas y demás, sin perder la mirada crítica del que
está afuera. Me encuentro con desafíos totalmente diferentes que me exponen a un montón
de cuestiones desconocidas para mí, y me encanta en este momento de la carrera haber
llegado a un espacio así. Me revitalizó.
¿Te desdoblás por momentos en un Manolo cliente y un Manolo agencia?
Manolo: La verdad no que tengo que adoptar un rol paralelo si tengo una conversación con
marketing o si la tengo con creativos; creo que todo cada vez está más cerca, ¿no? DraftLine
es un espacio de pensamiento creativo para aportar soluciones de negocios. Esas soluciones
pueden venir a través de la comunicación, de un proceso o de un producto. Esa misma
definición ya te avala para no tener que jugar roles paralelos. Sos un nexo entre las ideas y
los problemas. Y eso también es muy similar en las buenas agencias.
¿Tenés diálogo con las otras agencias que trabajan para las marcas de la compañía?
Manolo: Obviamente nosotros tenemos nuestras marcas que las manejamos 100% y después
hay ciertas partes del negocio como Quilmes Fútbol, algunas cosas de Stella Artois de Publish
& Mindset. También están La América con Quilmes y GUT con Stella. Obviamente la marca
es una, hay una estrategia y nosotros aportamos a esa estrategia y al punto de vista que la
marca debe tener en el ámbito en el cual trabajamos. Aportamos el punto de vista estratégico
y creativo de Quilmes en el fútbol. Aportamos el punto de vista estratégico y creativo de Stella
Artois en las comidas, en las cocinas de la gente. Y obviamente eso se tiene que hablar con
la estrategia general de la marca. Sería raro hablar de una manera cuando me vinculo con el
fútbol y otra cuando me vinculo con la música o con las comidas.
Thany, ¿cómo funciona la dinámica en la red de La Comunidad hoy?
Thany: Hay una integración muy fuerte entre las oficinas y esto es algo muy lindo de la
agencia, realmente funciona como una sola. Yo tengo un rol de integración entre las distintas
oficinas, y respondo directamente a los VP de Estrategia que están en Nueva York. Hay clientes
que tienen el foco más en Latam y otros directamente en Estados Unidos, en general market
o mercado multicultural. Cada dos semanas nos reunimos todas las oficinas para enterarnos
de lo que está pasando en Argentina, Miami o Nueva York. Es una forma de que todo el trabajo
sea mucho más potente también, porque hay puntos de vista de distintas culturas y eso es
muy interesante. Tenemos más de treinta nacionalidades en la agencia, y eso es una locura,
porque te encontrás con una persona que tiene un background totalmente distinto del tuyo.
Yo soy brasilera, por ejemplo y fue muy bueno ver esa diversidad de talentos, de puntos de
vista. Es algo que me apasiona.
Mencionaban que el rol del planner también es calmar ansiedades. Y con los últimos
dos años que vivimos, no debe haber sido fácil. En este momento los índices de
confianza están bajando en todo. ¿Cómo se construye una marca con un consumidor
tan escéptico?
Thany: Creo que la confianza está bajando pero también está cambiando. Empezamos a
confiar en otras cosas o en otros procesos. El entendimiento de la cultura para mí es siempre
el punto principal. Un consumidor que tiene barreras con cierta categoría, motivaciones
o intereses, también se va a adaptar de acuerdo con su contexto. Con todo lo que pasó,
cambiamos nuestras prioridades. Pensemos en nuestras experiencias como profesionales.
Ya no valoramos lo mismo en una compañía ni en la experiencia de trabajo. Muchas personas
perdieron a sus familiares, y eso es muy fuerte. Es un luto colectivo de la sociedad. Y es algo
que quizás es un poco ignorado en algunas discusiones cuando hablamos del consumo y de
nuestra profesión. Vivimos un trauma colectivo. Entonces obviamente las personas están
más resistentes a los mensajes. Pero algo no cambia: siempre estamos intentando entender
cuáles son los problemas que tenemos que resolver; si bien cambia lo que está por detrás de
las decisiones, no cambia nuestra forma de trabajar. Se incorporan nuevas tecnologías, nuevas
rutinas, pero nuestro trabajo es poder adaptarnos de acuerdo con lo que sea relevante en ese
momento.
Manolo: A mí me gusta mucho esto que decís. La gente no es que deja de creer. Cree en otra
cosa. Y ahí pienso que todo el tiempo estamos entendiendo cómo generar un espacio de marca
confiable, creíble. Claramente desde hace ya algunos años la gente dejó de creer en el biribiri,
¿no?, en el relato. Y no solo el de las marcas sino en el relato de un montón de instituciones
y de espacios políticos que han utilizado muy bien la palabra para construir fantasías que
después generan mucha desilusión. Y eso a corto plazo genera una desconfianza absoluta.
Pero en algo tengo que creer para seguir adelante. Para levantarme todos los días, ir a
trabajar, esforzarme, plantear un plan vida. Ahí las marcas o las compañías empezaron a
tener un papel superimportante en la construcción de confianza. Hay marcas increíbles
que no hacen publicidad pero lo que hacen, lo hacen increíblemente bien; honestamente,
100% transparente, con una postura que divide. Cuando una marca sale y en las etiquetas
de las remeras que vende pone "Vote the assholes out" [mensaje que la marca Patagonia
había puesto en sus etiquetas], digo "bueno, bancate el punto de vista". Al tomar una postura
muchas veces no podés dejar contento a todo el mundo. Y eso genera confianza en la gente.
¿Sienten que haber atravesado una pandemia despertó a algunas marcas a hablar
desde la transparencia, desde la honestidad?
Thany: Siento que todo se amplió con la pandemia. Todo lo que ya estaba pasando se volvió
más urgente. Estamos viviendo una comoditización gigante de muchas categorías, todo el
mundo habla, todo el mundo puede decir un montón de cosas. Pero no todo el mundo lo
puede hacer, ¿no? Hay algunas marcas que están más abiertas a ese pensamiento y otras
no tanto; sí siento que hay un punto de vista de los marketers cada vez más relacionado
con que el trabajo no está solo enfocado en el discurso sino también en el rol que tiene la
marca; incluso en las cuestiones sociales, en el país que está involucrado o en su comunidad
específica. No les queda otra. Cuando un gran player de una categoría levanta la mano y
empieza a hacer algo, los consumidores ponen la vara ahí, ¿no? Y yo ya no tengo otra opción.
Cuando Dove trabaja con la belleza real, ¿qué más voy a hacer? No hay otra opción, tengo que
empezar a hacer eso.
Manolo:También creo que se nota cuando lo hacen porque lo tienen que hacer y cuando
lo hacen porque lo sienten en serio, ¿no? La pandemia aceleró un montón de cuestiones de
toda índole: lo que es innegable es que se nota cuando una marca lo hace de verdad o porque
lo tiene que hacer. Por lo general las últimas llegan tarde, lo hacen de manera torpe y con
muy poca sensibilidad. No solo es una cuestión de timing, y la gente también lo nota. A veces
como marca no te tenés que meter ahí, tenés que seguir haciendo lo que hacés bien; pero
no te disfraces ni te des vuelta el gorro porque no te va a salir. Te vas a incomodar vos, vas a
incomodar a la gente que ya te elige. Es un ejercicio.
Thany: Obviamente las acciones de las que estamos hablando tienen un foco quizás un poco
más social, pero también se trata de hacer bien lo básico: la experiencia de la compra, el
servicio de posventa, etc. Porque hay muchas marcas que quizás quieren hacer algo que está
en la tendencia, algo en el metaverso... Y está buenísimo y es interesante, pero al mismo
tiempo si descuidás lo básico no tiene sentido.
Blockchain, metaverso, NFTs... ya están en el discursos de muchos. ¿Es parte del plan
entrar ahí? ¿Se lo piden las marcas?
Manolo: Afortunadamente en la agencia trabajamos con muchos briefs de afuera, globales.
Hablar aquí en la Argentina de NFT es quizás un poco más complicado que en otros mercados...
Empezaron esas conversaciones, es una gran parte de los aprendizajes que estamos teniendo
y de las curiosidades nuevas que aparecen. Cómo hacer que tu marca esté en el metaverso
no solo por el hecho de estar sino de verdad entender cómo le podés agregar valor a la gente
desde ahí. La Argentina por cuestiones que todos sabemos tiene una gran adopción de cripto.
Entonces si bien no podría llegar a ser una conversación 100% masiva, hay cierta adopción
en un público que te permite tener un tipo de charla como criptomonedas. Es interesante.
Obviamente hablar de NFT hoy en la Argentina es una locura, pero hay marcas a las que les
cabe y está bien. Hoy el metaverso es un gran espacio de exploración en donde la prueba y el
error está totalmente permitido. Creo que es excitante en un punto. A su vez, Rose Marcario,
ex CEO de Patagonia Inc., dice algo que comparto: hoy estamos todos persiguiendo plantar
la bandera en Marte y ponernos Oculus Rift para estar inmersos en mundos digitales, y el
árbol que tenés al lado se está prendiendo fuego. Hay barbaridades que están pasando en
este mundo, y estamos hablando de mundos paralelos..., ¿no?
Esa discusión a mí me parece fascinante. No quiero condenarlo porque creo que es maravilloso
lo que está pasando, y son maravillosas las discusiones que genera. Sí considero que hoy es
un espacio experimental hasta para Zuckerberg.
Thany: Es que al mundo de las marcas le encanta lo novedoso. Pero las compañías son parte
de ese ecosistema, si no estamos como sociedad pensando la innovación para resolver la
injusticia social, por ejemplo, y otros temas que nos afectan directamente a todos, estamos
haciendo algo mal. Y este es un punto de vista muy personal, son las cosas que yo creo más allá
de la profesión. Hay un mundo virtual pero son personas las que están ahí interactuando y la
verdad es que los problemas son los mismos que en la sociedad. Entonces si de alguna forma
esas nuevas tecnologías y esos nuevos espacios de interacción vienen para ampliar nuestra
forma de interactuar con las personas y no tienen un punto de vista, ¿para qué sirven?, ¿cuál
es realmente la relevancia? No se puede pensar la innovación, o entrar en el hype en el que
todos están entrando, si no se piensa cuál es el rol y cuál es la oportunidad que traen estas
nuevas tecnologías.
Manolo: A veces nos sentimos obligados a subirnos porque si no quedamos obsoletos o
tontos, ¿no? El otro día alguien cuestionaba la experiencia de compra de un supermercado
en el metaverso porque era la misma que en un supermercado real pero con un aparato en
la cabeza. No tiene mucho sentido. Obviamente es todo muy inicial; creo que también los
seres humanos no somos muy buenos haciendo futurología. Igualmente celebro la apertura
hacia espacios y escenarios experimentales, sobre todo que nos hagan aprender más acerca
de nosotros. Nos exponen a escenarios nuevos y eso para un planner está buenísimo. Nos
requiere de una plasticidad cognitiva absoluta.
¿Un pensamiento final?
Manolo: Creo que tu punto de vista funciona como una brújula y entender lo que querés,
cómo querés trabajar, qué querés para tu trabajo, para tu equipo, para tu día a día, es lo único
que más o menos te sirve de orientación. No sabemos el mundo que nos espera dentro de
una semana. Es una locura planear de acá a diez años, como se planeaba antes. Creo que hoy
la gran guía que todos tenemos, sean marcas, personas o equipos es el punto de vista. Y lo
que nosotros creemos que tenemos que hacer. Hacia ahí vamos. Después nos encontraremos
con viento e iremos ajustando las velas para seguir yendo para ese lado.
Thany: Sí. Por eso es tan importante la mezcla, ¿no? Si no solo te quedás con la industria,
consumiendo lo que nosotros hacemos, nos estamos limitando demasiado. Creo que hay que
salir de tus zonas de interés y ponerse a estudiar, mirar, leer y aprender sobre otras cosas
para ser capaz de crear un punto de vista a partir de esas conexiones.
Inspiración
Manolo: No tengo una dieta de medios estricta. Me obsesiono con temas y los investigo
a fondo. Ahora estoy bastante obsesionado con el outdoor, con la vida un poco más en
contacto con "necesitar menos". Y hay un montón de marcas que están ahí haciendo las
cosas muy, muy, muy bien, y son aprendizajes que después podés llevar a cualquier brief.
Tengo mis escritores de cabecera que tienen que ver con la industria que sigo de cerca: el
blog canal SideView de Martin Weigel <ver>, por ejemplo, que es muy
bueno.
Estoy escuchando podcasts largos no solo de estrategia sino de cultura general.
Un programa que se llama "El Método Rebord" <escuchar>, que son entrevistas
de tres horas. Me estoy nutriendo bastante del periodismo.
Thany: Yo tampoco tengo un plan tan lineal de inspiración y de estudios. Me parece que es
fundamental estar muy conectada con la cultura pop. Mucha gente cree que la cultura pop
es superficial, pero en realidad es la puerta de encuentro y el idioma común entre todas
las personas. Miro series y películas. Son cosas que a veces te ayudan muchísimo a abrir
la cabeza porque ahí encontrás muchos insights.
Estoy mucho en Twitter para entender
cuáles son las discusiones que están pasando ahora. Y estudio bastante sobre política.
Sigo el blog de Rob Campbell <ver>, un genio y un tipo muy provocador
con una mirada que quizás no es tan común entre las discusiones más masivas de la
industria.
Soy fan de los podcasts, escucho uno brasilero que se llama "Mamilos" (pezones en español)
<escuchar> en el que hablan de temas polémicos y con episodios superlargos. Desde la maternidad
hasta el síndrome del impostor. Todo me "challengea" el pensamiento.
"The Overthinkers"
<escuchar>, también es bastante famoso entre planners.
Me gusta leer mucho a Chimamanda Ngozi, una autora nigeriana que escribe ficción pero
con un contexto muy fuerte. O Djamila Ribeiro, que es brasilera y también escribe bastante
sobre esos temas.