Daniela Aza "La publicidad perpetúa el imaginario de que las personas con discapacidad no consumen o se las pone como ejemplo de algo extraordinario"
Por Majo Acosta Foto Gentileza Daniela Aza
Si te cruzaste con su contenido alguna vez, seguro te dejó pensando
y algo aprendiste. Daniela Aza es licenciada en Comunicación
Social por la UBA y una "influencer" de la inclusión. Nació hace
37 años con artrogriposis múltiple congénita, una condición
poco frecuente que afecta a una de cada tres mil personas, en la
que contracturas en las articulaciones generan malformaciones.
Desde su perfil en Instagram, @shinebrightamc, comparte
contenido que inspira, motiva y educa a través de su propia
historia.
"Lo primero que les dijeron los médicos a mis padres fue que no era probable que pudiera
caminar. La realidad es que soy una bendecida y una afortunada porque tuve un diagnóstico
temprano, y eso es clave. En esa época tener una discapacidad era tener una falla pero mi
familia se puso la mochila al hombro y me dio las mejores oportunidades. Pasé por quince
cirugías y tratamientos y estuve en los mejores centros. Todo eso más la perseverancia, la
voluntad y la onda que le puse, hizo que pudiera caminar de manera autónoma a los 13 años.
La discapacidad me atravesó la vida y me trajo muchísimos aprendizajes, la perseverancia,
aprender a defenderme y a valorar lo que tengo; mi familia siempre me contuvo pero no me
detuvo. Lo mejor que podés darle a un hijo con discapacidad es autonomía, que pueda hacer
cosas por sí solo, que pueda hacer cosas con eso que le tocó. Que pueda tener una vida feliz",
recuerda Daniela.
¿Por qué estudiaste comunicación? Mi historia está atravesada por la comunicación y mi necesidad de comunicar todo. Nada es
casual. A los 11 años ya jugaba a tener una radio y contaba mi discapacidad. La carrera de
Comunicación llega un poco porque me gustaba y otro poco por la accesibilidad que tenía la
Facultad de Comunicación de la UBA. Yo vivía en Caballito y me quedaba bien ir a la sede de
Parque Centenario. Pero en las carreras de comunicación no se ve nada sobre discapacidad,
y decidí que mi tesis, mis trabajos y análisis tuvieran que ver con eso. Después me seguí
capacitando, siempre fui muy inquieta y curiosa, hice cursos, aprendí a usar las redes,
algo de diseño gráfico, y de a poco la gente empezó a comentarme que era inspiradora la
manera en que posteaba e informaba sobre el tema. Primero en Facebook, después en otras
redes. Fue una construcción con el tiempo y toda una decisión de salir a contar mis
aprendizajes como mujer con discapacidad y los estereotipos que siempre enfrenté.
En mi adolescencia nunca me sentí representada en los medios de comunicación, y
ese fue el origen para hacer lo que hago. Me di cuenta de que tenía muchas cosas para
decir, había algo que estaba escondido y que eran cosas que no se hablaban. Cuando se
hablaba sobre inclusión y diversidad, yo me preguntaba dónde estamos las personas
con discapacidades en estos debates. Hoy tengo más de 50 mil seguidores que forman
una comunidad hermosa. Y siempre fue una red muy espontánea. Con el tiempo fui sumando
distintas herramientas, escribo columnas, doy charlas, hago videos. La gente que me sigue
ve realidad.
¿Sos optimista sobre el momento que vive la comunicación en relación con la
discapacidad? El otro día en Instagram me preguntaban si creía que iba a ver el cambio en la sociedad. Y, la
verdad, yo siento que voy a ver algunas cosas pero que no voy a ver el cambio porque vamos
lento. Pero creo que vamos a dejar algo para las próximas generaciones. Un 15% mundial
tiene alguna discapacidad. Se trata de pensarnos como consumidores, clientes,
personas, sujetos con derechos. Estamos frente a una oportunidad para el cambio,
pero no todos quieren asumir esa responsabilidad porque requiere de mucha valentía,
aprendizaje y capacitarse para que no quede en una moda. El Día de la Discapacidad
están todos ahí primeros en la fila: "Dani, te queremos para una charla". Yo tengo discapacidad
todo el año (risas). Entiendo que la capacitación es el primer paso. Uno no puede actuar sin
antes haber aprendido. Pero no puede quedar solo en la formación sino que después hay que
actuar, hay que aplicarlo en la cultura organizacional, pasar a los hechos. ¿Hay personas con
discapacidad en el equipo creativo? ¿Hay gente con discapacidad en el armado de los briefs?
Quizás no necesites tenerlas permanentemente, pero sí consultarlos. ¿Hay focus groups para
saber cómo consumen, qué compran, dónde van?
Creo que hay avances pero la curva es ascendente y descendente. Tenés casos como Degree
Inclusive pero a la vez si el INDEC no incluye a las personas con discapacidad en el Censo,
ahí no va a haber análisis posible. No sabés cuál es el público... ¿cuántas personas hay con
discapacidad motriz, visual, auditiva en la Argentina? ¿Cómo comunicarles? ¿Qué tipo de
productos necesitan? Muchos de los casos de éxito que vemos son internacionales porque
en otros países suele haber incentivos. Las personas con discapacidad están más integradas,
son países que vivieron guerras y la discapacidad es parte de la sociedad. Acá no es tan fácil.
Un ejemplo: el test de embarazo no está diseñado para personas no videntes. Tendrían que
existir incentivos o subsidios para diseñarlo, y que no salga una fortuna realizarlo. Hace unos
años hice una campaña en el tema moda por probadores más accesibles. Y entiendo que al
emprendedor le cuesta muchísimo tener un vestidor amplio con los apoyos necesarios que
son muy caros.
Pero las grandes marcas, las globales, tienen una gran responsabilidad y también una
gran oportunidad, ¿no? Hablás de marcas humanas, ¿en qué consiste? Tiene que ver con pensar más allá del propósito que la marca tenga. Que pueda acercarse a
la gente de una manera más empática, más humana. Rompiendo tabúes y estereotipos, pero
también pensando que las personas con discapacidad somos consumidores, clientes. La
marca humana "humaniza", y en ella todos somos potenciales consumidores. Ser una
marca humana no implica grandes inversiones, a veces es adaptar una web, mejorar
el trato, aprender lengua de señas, hablar con las palabras adecuadas... Hay pequeños
gestos que se pueden hacer. Sigue sucediendo que a una persona con discapacidad que
entra en un local no se la considera consumidora, la gente se incomoda, no sabe cómo ayudar.
En comunicación hay que prestar atención a las palabras que usamos y a los eufemismos,
conceptos que se construyen históricamente, por ejemplo "personas con capacidades
diferentes". La publicidad muchas veces perpetúa este imaginario de que las personas con
discapacidad no consumen, o se las pone como ejemplo de algo extraordinario. Vemos fotos
de una persona con discapacidad sola. Esa persona no tiene pareja, no tiene familia. Una
marca humana es la que sabe contemplar todas las necesidades de todas las personas. Es
la que se pone en lugar de todas las personas y sabe lo valiosas que son y lo que pueden
aportar. No hay nadie que sea más o menos que nadie, somos todos diferentes pero iguales
en derechos.
Me gustó mucho algo que te escuché decir: la discapacidad es una condición, no una
tragedia ni una falla. La discapacidad es siempre una construcción social e históricamente se concibió la
discapacidad como una falla, una falencia; de ahí los términos de "pobrecito", es un "angelito".
Y la publicidad, el marketing, pensó a la persona con discapacidad como un niño. Alguien
que necesita del permiso de su papá o mamá. Infantes. O alguien pasivo, que está todo el día
haciendo tratamientos, o en su casa. Es histórico. La aceptación de otros modos de ser siempre
tuvo resistencias. Es hora de que pensemos la discapacidad desde una manera relacional.
La condición está, pero es el entorno de alguna manera lo que genera mi discapacidad,
sin el entorno no la sufriría tanto. Si me tapan la rampa no puedo subir. Si la web no está
adaptada, no puedo navegar. Es una relación que va y viene. La sociedad puede bajar el nivel
de discapacidad al disminuir sus barreras. Y si hablamos de publicidad y marketing: lo que
no se ve no existe. Hay una gran responsabilidad de visibilizar lo que está invisibilizado.
¿Cuánto hay de discafobia y cuánto de ignorancia?
Discafobia es la anulación o falta de representación de la discapacidad en los discursos.
También es el rechazo y la aversión a una persona con discapacidad, que a veces vemos en la
redes, que puede ser consciente o no. Pero la mayoría de las veces es por desconocimiento
o ignorancia. Yo creo que hay mucha discafobia hoy en día; por falta educación, por falta de
visibilidad. La discafobia y la ignorancia no son cosas separadas. Una nace de la otra. En los
medios se sigue abordando la discapacidad como una carga, o como un tema médico, no es
parte de la diversidad. Para los medios es "uh, ahora nos toca hablar de discapacidad". Un
tedio. En vez de estar abiertos a aprender.
¿Qué puede hacer la publicidad? Muchísimas cosas. Invitar a personas con discapacidad para consultarlos, aprender. Compartir
historias. Consultar especialistas e informarse. Hablar con arquitectos para diseñar espacios,
hay un montón de productos y servicios que se pueden mejorar. Crear a partir del concepto
de "diseño universal": pensar en todas las personas como consumidoras. Y en vez de adaptar
productos -que está muy bueno- el desafío es crearlos desde su origen para todas las
personas. Natura, por ejemplo, tiene braille en su packaging. Un producto de belleza pensado
también para alguien con discapacidad.
Creo que a esta época le falta realidad. Faltan personas reales, abrimos Instagram y vemos
"perfección". Yo trato de mostrarme tal cual soy. La sociedad necesita eso y la publicidad
mucho más. Yo les estoy pidiendo a las marcas que entiendan mi historia, que se pongan
en mi lugar. Que me digan que las cicatrices están bien, por ejemplo. Yo participé de
la campaña de Dove #Mostremos. La marca me convocó y me sentí muy identificada. Fue
mostrar que nuestros cuerpos estaban bien.
¿Cuál es tu forma de trabajar con agencias y marcas? Por un lado soy facilitadora y oradora, y doy muchas charlas en empresas como Pedidos Ya,
Wunderman Thompson o Meta. Esas oportunidades son únicas porque uno se enriquece un
montón. Como creadora de contenido, trabajo en las redes con marcas y emprendedores,
trabajé con Dove, ahora estoy generando cosas con CBSé, pero me gusta elegir con quién
trabajar, hay un tema de valores que tienen que estar alienados. Pero es complejo porque las
marcas y agencias se siguen rigiendo por parámetros de seguidores, convocan cuerpos más
alineados a los parámetros establecidos; a veces siento que no terminan de comprender que
una persona con discapacidad también se viste, se maquilla. Les cuesta ese clic.
¿Un mensaje final? Un diagnóstico no es un destino, y es algo que me parece que se puede aplicar a un montón de
cosas, no solamente a discapacidad. Es aplicable a todos los ámbitos. Es pensar en las personas
más allá de los diagnósticos. Y otra frase que me gusta mucho es "todos brillamos distinto". Valorar
las diferencias. Todos atravesamos batallas todos los días, vivimos obstáculos, nos enfrentamos
a cosas. La discapacidad no es la única. Mi batalla es la misma que la que puede enfrentar cualquier
otra persona. Lo importante es poder hacer algo con eso que te tocó. Dejar algo en los otros.
BIO
"Convencida de que podía abrir puertas y de que la visibilidad es el camino hacia la
generación de cambios en el ámbito de la discapacidad, decidí salir a visibilizar, contar
mi historia y hablar sobre muchas áreas olvidadas desde mi realidad: tabúes, mitos y
estereotipos, obstáculos, ser mujer con discapacidad e inclusión en diferentes espacios
y discursos todavía negados a las personas con discapacidad, como moda, maternidad
y pareja, entre otros".
El perfil de Dani fue declarado de interés por los derechos de las personas con
discapacidad por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires en 2021. Fue reconocida
con una estatuilla de bronce en los Premios Obrar del Consejo Publicitario Argentino.
Elegida por Voces Vitales para realizar el Programa de Mentoreo para Mujeres Líderes
del Cono Sur 2018 y ganadora Premio Bienal ALPI 2019 destinado a personas con
discapacidad que son ejemplo de esfuerzo, superación y resiliencia, entre otros.