Por: Marta González Muguruza Imágenes Imágenes gentileza equipo Latvia Pavilion / Karola Rubene / Andrea Ferro
¿Qué ideas estás comprando? Hay eventos clave en la agenda de
cada industria. Espacios de reflexión y propuesta que resultan en
una radiografía del momento y exponen las inquietudes y respuestas
del sector. ¿Pero qué pasa después? ¿Qué hacemos con todo ese
conocimiento colectivo acumulado? Con ayuda de la inteligencia
artificial, Letonia decidió bucear en los archivos de las últimas diez
ediciones de la Bienal de Arquitectura de Venecia y poner en evidencia
todo lo que ya se ha pensado, propuesto e inventado, bajo la forma de
un gran supermercado y con la esperanza de que podamos discernir las
problemáticas globales de primera necesidad y llenemos el changuito
combinando ideas que ya existen, para solucionarlas.
Como respuesta a la consigna "El laboratorio del futuro", uno de los temas principales
de la Bienal de Arquitectura de Venecia en curso, Letonia transformó su pabellón en una
atractiva experiencia de supermercado: T/C Latvija. El proyecto celebra los veinte años
desde la primera participación de Letonia en este encuentro global y propone explorar la
conexión entre La Bienal como supermercado y los diferentes pabellones nacionales como
productos en exhibición que los visitantes eligen y consumen. "Los supermercados son
sistemas de datos que recopilan e interpretan información para servir mejor a sus clientes.
Son los futuros laboratorios de nuestra vida cotidiana", asegura el equipo curatorial. "Un
experimento no es posible sin experimentadores. Y eso significa que el resultado no estará
determinado por nuestros deseos o expectativas, sino por las acciones y actitudes de cada
experimentador ante la oportunidad de tomar sus propias decisiones, observar y mirar; ser
activo y participar o tener curiosidad e interés hasta el final", resaltan.
Así es como cada edición de la Bienal de Arquitectura se cuenta a través de una colección de
packs falsos de alimentos y bebidas. 506 "productos únicos", para ser exactos, desarrollados
por Ernests Cerbulis, Ints Men?elis, Toms Kampars, Karola Rubene y equipo con la ayuda de
IA, resumen las propuestas de los diferentes países participantes a lo largo de las últimas diez
ediciones del evento y ponen en juego de manera literal nuestra posición como espectadores
y consumidores de ideas. Cada visitante de TCL es invitado a elegir su bienal favorita
lanzando una bola al estante que la representa y a tomar tres productos que pasarán por la
caja registradora. "Las respuestas a las preguntas están listas, qué hacer con ellas depende
de cada individuo. Solo se simplifica la forma de obtener las respuestas. Cuando el creador
del futuro ingresa al supermercado, se encuentra en un ambiente seguro y familiar en el que
es natural tomar decisiones. Sin embargo, es clave recordar que para lograr el objetivo hay
que tener interés, curiosidad y profundizar más". Buscando profundizar más en el proyecto
es que conversamos con Uldis Jaunzems P?tersons y Ernests Cerbulis.
¿Podrían guiarme a través del proceso del proyecto? ¿Cuál fue el disparador?
Uldis: El proyecto tuvo muchos layers durante su desarrollo pero hubo dos disparadores
cruciales para nosotros en la búsqueda del resultado final: el deseo conjunto del equipo
de crear un espacio compartido que nos permitiera corrernos de la posición de saber las
respuestas. Y el objetivo era, y lo es todavía, pensar y crear en un contexto global. La estética
pop también es divertida para trabajar, convoca e interpela.
¿Cuál fue la prompt que le dieron a la IA? ¿Y qué marco de research fue estipulado?
Ernests: Para hacerte corta la historia, tomamos diez catálogos. Cada página de apertura
de catálogo fue escaneada con un iPhone. El texto escaneado fue traducido y copiado en
ChatGPT bajo la premisa "en 50 palabras". El resultado fue vuelto a notas y luego organizado.
Los títulos usados por los participantes nacionales anteriores se convirtieron en etiquetas y
las breves perspectivas de IA, en ingredientes. Para diseñar productos simplemente jugamos
con las categorías y los prompts. Surgieron 506 productos de las 1500 opciones.
Por supuesto también debieron revisitar las propuestas de Letonia de las últimas diez
bienales. ¿Cómo se sintió?
Uldis: Inevitablemente las ves en una proporción 9/506. Es revisitarlas pero con un contexto
diferente. Aumenta la autoconciencia. Plantea las preguntas.
¿Cuál fue el desafío más grande?
Uldis: Dos. Cerrar el camino del Arsenale con puertas de supermercado fue una misión
desafiante. Operar de manera de cubrir los gastos.
¿Qué pondrías en tu changuito personal?
Ernests: Es una decisión muy íntima e individual pero puede servir de ejemplo: algo de
Metamorph (Musli) para el desayuno, algo de Fun-da-mentals, dulce caramelo modernista y,
para más diversión, Svizzera 240: House Tour (¡una botella de vino!)
¿Cómo reaccionó La Bienal respecto al proyecto?
Uldis:En términos de visitantes, críticos y espectadores, la reacción ha sido mayoritariamente
positiva. La Bienal como organización está bastante alejada de sus participantes.
La exhibición todavía continúa y estoy segura de que tienen al menos números
parciales. ¿Qué productos está "comprando" la gente con más frecuencia?
No te podemos contestar esta pregunta por el momento, pero no falta tanto para descubrir
qué producto fue el más "comprado". Lo sabremos a fin de año. Se hicieron cerca de 12.000
compras hasta ahora.
Si tuvieras que arriesgar, ¿dirías que esas elecciones fueron determinadas por el
diseño de packaging, la nacionalidad o el valor de cada propuesta?
Ernests: Respecto a las elecciones, estaba claro desde el principio que uno de los factores
determinantes en el proceso de selección sería la afiliación por nacionalidad, seguido del
deseo de encontrar un producto asociado a alguien que conocés o con quien tenés alguna
conexión. Sin embargo, no se puede descartar que en la mayoría de los casos las decisiones
se tomen de forma inconsciente, centrándose principalmente en las categorías de productos
favoritas y luego considerando el diseño. Una vez concluida La Bienal llevaremos a cabo un
análisis más completo y profundo.
¿Creés que este comportamiento se traduce, por ponerlo de alguna manera, en el
escenario sociopolítico?
Ernests: Sí. Nuestro proyecto es, en algún sentido, universal y puede definitivamente ser
integrado y utilizado, por ejemplo, para llevar adelante estudios de conductas sociales en
supermercados, donde la gente puede expresar sus opiniones eligiendo productos, emitiendo
así su voto sobre cuestiones sociales importantes a nivel local.
Sos consciente de que la ubicación que cada producto ocupa en la góndola del
supermercado no es aleatoria ni casual, ¿cómo diseñaron el recorrido dentro del
supermercado?
Ernests: Los productos en las góndolas no tienen posiciones predeterminadas pero cada
Bienal tiene su color característico y fue utilizado para diseñar el layout de cada estante.
¿Cuál es tu posición personal respecto a qué pasa con todo el conocimiento colectivo
acumulado después de una Bienal y cuál es la manera de asegurar que se ponga en
práctica?
Ernests: Me parece que lo más importante que obtendremos son estadísticas sobre cuán
activos y dispuestos a participar en los procesos están los visitantes de La Bienal. El cierre
de La Bienal siempre tiene el número absoluto de asistentes, en ocasiones los pabellones
cuentan el número de personas que se quedaron dentro, no solo de paso. De este modo
podremos saber con bastante precisión cuántos visitantes se interesaron realmente por
nuestro pabellón y así derribar algunos mitos y nivel de interés.