Ricardo Ravanelli "Es un momento difícil para hacer periodismo sin impostación"
Por Pablo Corso
Antes de llegar a la Dirección de Noticias de Artear,
Ricardo Ravanelli (54) produjo y dirigió documentales,
investigaciones e informes especiales para señales informativas.
Miembro del jurado de los International Emmy Awards para TV y
Premio Konex 2017, formó parte del equipo original de Telenoche
Investiga y trabajó en la producción general de Periodismo para
Todos, Telenoche, En Síntesis, Arriba Argentinos y Noticiero
Trece. En esta nota celebra los 30 años de TN, sintoniza con
las incertidumbres del momento, disecciona las dinámicas del
mercado y ensaya una radiografía del consumidor de noticias.
¿Cuáles fueron los principales hitos de la señal a lo largo de estos 30 años?
A nivel periodístico, podría destacar coberturas como el caso María Soledad Morales en
Catamarca, el atentado terrorista a la AMIA, la explosión de la fábrica militar en Río Tercero, el
ataque a las Torres Gemelas, la crisis de 2001, la elección de Bergoglio como papa, el rol que
tuvo la señal durante la pandemia de 2020 y los festejos por la obtención de la Copa del
Mundo en 2022.
Dentro de lo estratégico, una de las metas alcanzadas fue convertirnos en un medio de
consumo verdaderamente federal y de referencia a la hora de querer saber qué está pasando.
Otro de los hitos fue haber logrado que la marca TN sea nuestro mayor activo, por encima
de los nombres de los periodistas que la componen. La señal es, por definición, un canal
multiplataforma de noticias antes que de opinión.
¿Cuáles son las mayores dificultades que enfrentaron, tanto a nivel interno como
externo?
En los primeros años la mayor dificultad fue la decrear en la audiencia el hábito de consumirun
canal de noticias. Allá por 1993 era toda una novedad y la diferencia de penetración con la
TV abierta era enorme. Eso hoy ya no existe; TN compite a la par de cualquiera de los canales
de TV abierta, con promedios de audiencia muchas veces superiores a los de varias de esas
señales.
Después llegarían desafíos mucho más complejos, como el haber sido apuntados como
"enemigos" por las administraciones kirchneristas. Eso puso a TN en el foco de una campaña
de agresión en la vía pública que hizo difícil y por momentos peligroso el trabajo diario de
nuestros periodistas y técnicos en la calle.
¿Cómo describirías el estado actual del mercado de noticias nacional?
Saturado. Y con la misma crisis de valores que afecta al periodismo de todo el planeta. Hay
una creciente necesidad/demanda de toma de postura radicalizada por parte de conductores
y columnistas, que impide el análisis de todo aquello que no sea absolutamente binario. Las
audiencias en general parecieran penalizar todo aquello que no sea confirmación de sesgo
[la tendencia a priorizar información que confirma creencias propias]. Es un momento difícil
para ejercer un periodismo sin impostación. Para un canal como TN, cuyo principal activo es
la noticia, es todo un desafío competir en este ecosistema.
¿Y el posicionamiento de la señal en ese universo multiplataforma?
Venimos trabajando desde hace años en la convergencia de la redacción central y se están
viendo algunos resultados interesantes. Nuestro fuerte es el video, más allá de cuál sea la
plataforma de distribución. En ese sentido, la adaptación de un contenido a la pantalla es algo
clave. Tenemos equipos y storytellings diferentes para TV, web o redes; los camarógrafos de
TV no trabajan igual al equipo que produce video nativo digital. Apostamos a la convergencia,
pero conservando formas y procesos diferentes de acuerdo con la plataforma. Así como TN es
líder entre todas las señales de TV paga (noticias, deportes, infantiles, cine, etc.), y sus redes
son las que mayor cantidad de followers suman entre los medios informativos, apostamos
también al crecimiento de una web de referencia que hoy compita con los principales medios
gráficos tradicionales (Clarín, La Nación) e Infobae (nativo digital).
¿A qué atribuís el crecimiento de la relevancia del sitio?
Hace varios años que se viene trabajando mucho, poniendo foco en el desarrollo, en la
integración de la redacción, en la jerarquización de las firmas y en el fortalecimiento del
trabajo en SEO [optimización para motores de búsqueda]. También en la velocidad de las
notificaciones vía mobile. Es verdad que los resultados en métricas explotaron este año, pero
hay un buen tiempo de ensayo y error detrás. En lo inmediato apuntamos a seguir creciendo,
ganar volumen editorial y consolidarnos entre los tres portales de noticias más consumidos
del país.
¿Y a nivel general?
A nivel estratégico, estamos estudiando todas las oportunidades de innovación que
aparecen de la mano de la inteligencia artificial y sus posibles usos para fidelización de
audiencias, distribución y, eventualmente, generación de contenidos. En el universo de
las métricas, apuntamos a conservar el liderazgo dentro de los medios tradicionales y
a seguir creciendo en digital para transformarnos en la marca periodística de referencia
en Latinoamérica.
El cable argentino ofrece siete señales de noticias locales. ¿Por qué creés que son
tantas? ¿Cómo diferenciarse dentro de esa sobreoferta?
Una explicación rápida y simple podría ser que la convulsión permanente del país hace
atractivo y necesario este universo. Pero sinceramente no creo que la sobreoferta se
deba a esto. De hecho, las audiencias por momentos manifiestan su hartazgo de la agenda
tradicional periodística, y nos obligan a pensar contenidos transversales que se escapen de
la temática diaria de política, economía y policial.
La sobreoferta pareciera explicarse mejor por la creación de medios pensados como
herramienta política, cuya subsistencia se da por la búsqueda y cobro de pauta oficial, ya que
la torta publicitaria privada se achica cada vez más. La manera de diferenciarnos es hacer
noticias en vez de solo opinión, y buscar contar historias y grandes coberturas que los demás
no están haciendo (contenidos transversales).
¿Cuán relevante es el rating y cuán fácil -o difícil- es calcular el alcance real de la
oferta de contenidos?
Es relevante porque sigue siendo la herramienta que te permite medir el alcance de tu trabajo
y su valor en términos publicitarios. Pero TN se consume en una multiplicidad de pantallas
que hoy están afuera de la medición tradicional de IBOPE. Eso hace difuso el alcance real. Lo
que sabemos es que la señal conserva un potencial enorme, dados los números que muestra
en YouTube por ejemplo, y su comparación con la competencia. Esto es tanto en el vivo como
en los cortes de video alojados en la cuenta. Sin embargo, aún no logramos consolidar las
mediciones multiplataforma en un único valor.
¿Cuáles son las principales lecciones sobre el uso de redes en estos años? ¿Qué priorizan
hoy?
El primer punto fue independizar al equipo de redes y, dentro de ese ecosistema,
especializarnos en cada una de ellas. Aunque comparte contenidos con la redacción central,
el área de redes trabaja con una lógica distinta e independiente, y con prioridades editoriales
diferentes. Aprendimos qué tipo de contenido volcar allí y cuál no. Hoy elegimos estar en
todas las plataformas alternando material nativo, genuino y propio con material evergreen
[sobre temas atemporales]. El objetivo es conservar una presencia de marca intensa.
Los organismos regulatorios europeos están planteando la posibilidad de que el
usuario de redes pueda volver a consumir las noticias en forma cronológica (no solo
algorítmica). ¿Qué desafíos supondría a este lado del mundo?
Se volvería a poner el acento en el criterio periodístico. En la jerarquización y en el
temporalidad de un contenido. Y eso, a priori, pareciera ser una buena noticia. Para un medio
como TN, cuyo origen es la TV y no la gráfica, este tipo de distribución podría ser una ventaja,
dado el enorme volumen de información y de video que genera de manera constante.
¿Cómo está el consumidor? ¿Qué perfiles encuentran, más allá de la angustia y la
expectativa que marcan la coyuntura?
Es complicado generalizar, porque la audiencia general de las señales de noticias fluctúa
bastante de acuerdo con el horario. Por la mañana prevalece el que necesita/busca
información concreta y servicio. Entre la segunda mañana y la primera tarde el contenido
se ablanda, el ritmo tiende a atenuarse y aparece la TV como compañía. En este sentido los
canales como TN le ganaron terreno a muchas señales y programas de aire. Por la tardenoche vuelve la demanda de servicio y de breaking, y hacia las últimas horas del día aparece
el show del editorial y la opinión.
Más allá de esto, la coyuntura no solo devuelve un espectador angustiado y a la expectativa,
sino también sensaciones de hastío y de que ya nada sorprende. Las crisis cíclicas pueden
provocar fenómenos inesperados, pero también rasgos de anestesiamiento.Y no olvidemos el
fenómeno de confirmación de sesgo; esa necesidad de buena parte del público está muy
presente dentro de nuestros análisis.