¿De qué se trata - y con qué se come - la segunda ola del streaming?
Por: Pablo Corso Portada Jaime Lopes/Unsplash
Después de la emergencia de los streamers solitarios, ensimismados
y un poco anárquicos, el fenómeno se expande, consolida y depura en
los nuevos canales que buscan capitalizar la popularidad de figuras
nacidas y criadas en el entorno digital, que empiezan a crear otras
reglas de juego. Continuidades, rupturas y oportunidades comerciales
de la nueva broadcastización.
Hace casi tres años, esta revista y este cronista buscaban explicaciones sobre la emergencia del
fenómeno streamer. Los argumentos apuntaban a la consolidación de un perfil de audiencias
cada vez más activas, consumidoras de géneros híbridos, oscilantes entre lo global y lo local,
ávidas de lo espontáneo y lo interactivo. A pesar de las razones, persistía cierta perplejidad
ante el hecho comunicativo: miles de personas congregadas durante horas ante pantallas
que mostraban a otras personas, mirando otras pantallas. Desde entonces, algunas cosas
permanecen pero muchas otras cambiaron.
A modo de continuidad, la evolución que va del streamer solitario a los nuevos canales que
los agrupan y complementan sigue mostrando a la silla gamer, el sesgo autorreferencial y la
agenda líquida. Los cambios pasan por la escenografía más trabajada, cierto ordenamiento
del caos conversacional y -sobre todo- la emergencia de un modelo de negocios para sostener
niveles de producción crecientes.
Los sobrevivientes de la primera ola, y los que sumaron en la segunda, entendieron que
el modelo del "tú a tú" estaba agotado, y que -sin salirse de YouTube- podían explotar sus
propios canales. El formato de la estrella fugaz despatarrada y un poco alienada, que cada
tanto se electrificaba con alguna provocación en la catarata del chat, va cediendo ante este
híbrido de radio y TV con programación en horario fijo y estructura operativa para sostenerlo.
Son pasos iniciales, pero algunos hicieron tanto ruido que el fenómeno empieza a inquietar a
otros jugadores tradicionales, y a seducir a las marcas dispuestas a arriesgarse.
Los dos tanques
Los canales nativos de la nueva era exploran y explotan como pocos antes las lógicas cruzadas
del on demand y las métricas híper más específicas que devuelven las plataformas. Solo hay
que bucear un poco o capacitarse en línea para entender quién y cómo quiere ver lo que está
viendo, e interactuar en consecuencia.
Con 1,4 millones de suscriptores, Luzu TV es el líder absoluto entre los nuevos canales. Lo
fundó a fines de 2020 Nicolás Occhiato, un muchacho de La Matanza que trabajó de fletero,
abandonó Derecho, saltó a la fama en Combate y se coronó en Bailando por un sueño. Su
nueva vida empezó en pandemia, cuando las charlas por Zoom con tres amigos ganaban
cada vez más seguidores. Entonces pasaron al streaming de YouTube, sumaron programas y
se mudaron a un estudio.
Hoy Luzu TV tiene más de 10 shows entre las 8 y las 23, con picos de 70 mil usuarios durante
Nadie dice nada, que conduce el propio Occhiato, que pasó por el Luna Park y después giró por
España. El tono del canal "se centra en la relatabilidad y la interacción personal, lo que atrae
especialmente a una audiencia que busca conexiones emocionales y personales", analiza el
sitio Data Trip
Luzu TV
Todavía lejos de aquellos números, pero mostrando los dientes, viene Olga (796 mil
suscriptores), que le habla a un público con intereses alineados a los de su figura absoluta,
Migue Granados: música, entrevistas y humor. El conductor es el frontman del canal craneado
por Luis y Bernarda Cella (hijos del histórico productor de Susana Giménez, Luis Cella), que
están a cargo de las áreas comercial, digital, de producción, artística y técnica. Después de seis
meses de ghosteo, y sin tener un plan B, Granados les dijo que sí: un gol para las dos partes.
El punto de inflexión fue la entrevista a Lionel Messi. Con 10 millones de visualizaciones,
resultó el video más reproducido en el país el año pasado. Un subidón que lo llevó a liderar
los segmentos de 8 a 10 y de 13 a 16, apalancado por incorporaciones como Damián Betular,
Nati Jota y Yayo Guridi, que también corta tickets para llevar al teatro su éxito Se extraña a la
nona. El 1 de mayo Olga consiguió otro hito de alto impacto. Entre las 12 y las 15 su audiencia
superó a la del streaming de radios y canales de mayor consumo... todos juntos, según la
cuenta de X @RStreamingOk. Con interacciones más sustanciosas y apertura al debate, suma
discusiones sobre la agenda diaria y entrevistas en la línea a veces naif, a veces inspirada y a
veces imprevisible de Granados, que apuesta fuerte con Soñé que volaba
Miguel Granados al mando de OLGA
Los retadores
También nacido el año pasado, Blender (303 mil suscriptores) lleva la marca sarcástica de
Guille Aquino, su conductor estrella. Con financiamiento de Augusto Marini, heredero de un
imperio de alimento para mascotas y con intereses en el mundo ferroviario, el canal mira a
la política desde un perfil crítico, de polémicas intensas y polarizantes. La participación de
personajes como Santiago Cúneo y Guillermo Moreno garantizan el revulsivo.
Guillermo Moreno y Tomás Rebord en BLENDER
En una línea similar, acaso un par de grados más amigable, está Gelatina (341 mil suscriptores),
del humorista y militante Pedro Rosemblat, que reconvirtió su propio canal para capitalizar
y expandir la base de suscriptores. Sus señas son la centralidad política y cultural, y las
entrevistas que no renuncian al entretenimiento. Las que hicieron a Alejandro Dolina ("La
cultura sirve para sobrevivir") y a Beatriz Sarlo ("Este gobierno es vulgar y canchero") arañan,
juntas, las 500 mil reproducciones. Pero lo que quizá quede para la posteridad -forzada como
suena una palabra así en un asunto como este- es la hilarante "Fábrica de jingles" que resuena
en cada cuartel político nacional, incluyendo al del Presidente.
Pedro Rosemblat al frente de GELATINA
El último canal en plantar bandera es Bondi Live (53 mil suscriptores), llegado este mismo
año. Mandarina Contenidos, la productora de Mariano Chihade, quiere parte de la torta
gracias al influjo de Ángel De Brito y Beto Casella, con sendos programas en el canal. En
un escenario ideal, Bondi sumará a los adultos que los miran en la pantalla chica, a los que
siguen a esos conductores en Instagram y a las nuevas generaciones dispuestas a descubrir
sus otras facetas. Antes del lanzamiento, Casella aseguró que lo hace por crecimiento
profesional, entusiasmado con la adrenalina del momento cero. Una idea válida para el resto
de los actores, y una clave para pensar llegadas y diseñar permanencias.
Ángel De Brito y Beto Casella, BONDI
La venta
¿Cómo se ve todo esto desde la perspectiva comercial? Paula Riera, gerente general de
la agencia Midios, retoma la dicotomía entre lo viejo y lo nuevo: "Como continuidad, [el
fenómeno de los canales de streaming] es una reversión de la radio y la TV fusionadas, con
formatos publicitarios inspirados en PNTs, menciones y secciones". Sin tandas comerciales,
las oportunidades emergen a través de auspicios y experimentos ya probados: product
placements, videocápsulas, unboxing, sorteos y juegos.
"Y como ruptura, no existe más un mensaje unilateral: hay una participación súper activa en
el chat en vivo, y los contenidos son mucho más espontáneos, dinámicos y versátiles", agrega.
Otros cambios suceden al ritmo de la metamorfosis del formato: como los recortes son lo
que generan más views, el consumo se vuelve menos vivo y más on demand. Fidelizados los
usuarios y potenciado el engagement, los segmentos editados tienen el potencial de alcanzar
millones de reproducciones en Instagram y TikTok.
Aunque la inversión todavía no supera el 10% del presupuesto de las agencias, se espera que
los números suban en los próximos meses. Casi como si fuera un efecto del FOMO, empresas
energéticas, tecnológicas, prepagas y cerveceras ya debutaron en el formato. Exploración,
branding y posicionamiento están al tope de sus indagaciones. De acuerdo a la propuesta
comercial y el alcance del canal, las inversiones oscilan entre los $ 200 mil y los dos millones,
mientras el segundo de publicidad en los programas de TV más caros supera el millón.
Si la TV es masividad, acá las marcas tienen un nicho para la relevancia teledirigida. Producción,
agencia y cliente trabajan juntos para lograr activaciones personalizadas y orgánicas, teniendo
en cuenta lo refractarios que son a la emergencia de anuncios los usuarios de YouTube. No
es una alquimia sencilla para las empresas, que miran de reojo la informalidad del lenguaje y
la imprevisibilidad del vivo. "Si están ahí, tienen que ser disruptivas", advierte Riera. "Por la
dinámica de los programas y el estilo de algunos conductores, la acción puede no salir 100%
como lo esperan". El mandato es ser flexibles.
La sartén por el mango
En Hudson Best Kitchenware, la empresa de artículos para cocina, fueron aprendiéndolo
sobre la marcha. La marca venía manejando parámetros clásicos a la hora de comunicar; esta
vez arriesgó, experimentó y cosechó. A finales del año pasado, cuando detectaron que había
cada vez menos oportunidades en medios tradicionales, el área de marketing propuso a la
dirección tener presencia en Soñé que volaba. "Había cosas que me interesaban y otras en las
que dudaba -confiesa el director comercial, Ramiro Salvador-. Es un ámbito muy relajado y
poco regulado, donde encontramos audiencias jóvenes y muy asociadas a los conductores:
descontracturados y con su humor particular".
El desafío era participar de ese diálogo sin bajar la guardia del cuidado de la imagen,
integrándose de forma natural al contenido y al público. Así, decidieron llevar cocineros
para que hicieran sus recetas, facilitar los productos a Betular y Germán Martitegui, y activar
competencias entre los seguidores.
El acuerdo con Olga incluye acciones en otros dos programas (Sería increíble y Paraíso fiscal),
mientras la dinámica también se probó en Luzu (Nadie dice nada) y en el interminable Perros,
de Urbana Play. Después de que una consultora especializada les abre paso en los canales,
en Hudson participan de las negociaciones activamente, ya sea para acciones puntuales,
campañas más extendidas o acuerdos anuales.
La primera clave de éxito pasa por la integración natural con el contenido: sin interrumpir
el flujo del programa, la propuesta comercial se activa con menciones casuales o el uso de
productos en el set. La segunda, por mantener la flexibilidad creativa: a diferencia de un
comercial de 30 segundos, el streaming permite una libertad mayor y una narrativa extendida,
hasta resignificar el propio concepto de "anuncio".
"Ejecutar acciones cada vez más creativas, bien recibidas por la audiencia y los conductores,
nos ha permitido tener un espacio importante en los programas", celebra Salvador. La marca,
incluso, suele nombrarse por fuera de los segmentos acordados: una recompensa impensada.
No solo los fueron a buscar de otros canales y medios para replicar las acciones, sino que
otras empresas les piden los contactos para seguir sus pasos.
¿Pero cómo luce el futuro? "Cada vez más marcas se animan a entrar al streaming, aunque
no todas pueden acompañar el lenguaje y el código que ofrece", matiza Riera. "Seguramente
seguirán surgiendo nuevos canales. Probablemente algunos sean más orgánicos y otros más
parecidos a la TV, en relación con los diferentes públicos y rangos etarios". Para sostenerlos
en el tiempo, será indispensable repensar métricas y esquemas de comercialización.
La ejecutiva tampoco se casa con el formato. En un ejercicio de futurología válido para todos
los actores, plantea que "en breve van a surgir nuevas plataformas y modelos de canales
por el propio avance tecnológico. Por eso, marcas, agencias y empresas comercializadoras
de medios tienen que estar súper abiertos. Animarse a la innovación y ser, más que nunca,
dinámicos y flexibles".
Los influencers desembarcan en Cannes
A mediados de este año, cuando Cannes Lions lance su segmento Creators, el peso de los
influencers en el universo publicitario habrá ganado otra certificación incuestionable. El nuevo
foro "incluirá una mezcla curada de experiencias exclusivas de aprendizaje y networking para
los creadores y aquellos que trabajan en esa amplia economía", adelantó la organización.
En 2023 el fenómeno ya era una industria de USD 250 billones, que podrían trepar a 480
billones en 2027, estima un informe de Goldman Sachs. El CEO de LIONS, Simon Cook, tomó
nota del potencial y decidió reunir a los creadores con plataformas, marcas y agencias para
generar una conversación que desbloquee capacidades e intensifique conversaciones.
Habrá mesas redondas filmadas frente a audiencia en vivo gracias a una alianza con Viral
Nation, la agencia con una armada de influencers que ya cruzaron su impronta de autenticidad
e innovación con nombres como Coca-Cola, Disney, Microsoft y Meta.
Las cifras del digital
El Reporte de Inversión Publicitaria de la Cámara Argentina de Agencias de Medios reveló
que en 2022 se desembolsaron $162 millones, de los cuales un 42,2% (68 millones) fue a la
pata digital, un alza en línea con la tendencia internacional.
Al año siguiente, ya en un contexto de alza de la inflación, los presupuestos en medios y
plataformas digitales representaron el 42,8%, con gastos que duplicaron -en pesos- los del
año anterior. Durante ese 2023, el dinero fue mayoritariamente a los rubros display (sitios
web, 32%), seguido por social media (redes, 30%), programática (compra por audiencias,
23%) y search (motores de búsqueda, 15%).