opinión

2025 y la FCC


2025 y la FCC

Por Horacio Marmurek
Periodista de cultura y espectáculos


El triunfo de Donald Trump en las últimas elecciones de los Estados Unidos promete ser un tiempo desafiante para todas las industrias, la audiovisual incluida. La plataforma del nuevo presidente y su campaña electoral prometían una revisión de lo que llaman "Legacy Media", es decir, las cadenas que tienen muchos años en manos de los mismos intereses. A primera vista parecería una revisión de las licencias que hace décadas pertenecen a las mismas familias o grupos económicos. Pero cuando uno analiza más en profundidad lo que se había publicado online, aparecen mayores actores involucrados. Quienes acompañaron con dinero y apoyo a la formula Trump-Vance creen que algunas empresas como Google, Apple, Facebook y Amazon están obturando los mercados y frenando avances en el libre comercio.
2025 y la FCC
Brendan Carr , comisionado en la FCC.

Brendan Carr es el comisionado en la Comisión Federal de Comunicaciones de EUU (FCC por sus siglas en inglés) y quien redactó una propuesta que incluye el siguiente texto:

"Imponer reglas de transparencia a las Big Tech. Hoy en día, las Big Tech son una caja negra. Después de que Google manipula los resultados del motor de búsqueda, una pequeña empresa puede ver el tráfico su página web caer precipitadamente de la noche a la mañana sin razón aparente, potencialmente cambiando sus números de negro a rojo. En Facebook, las publicaciones en sus redes sociales se dejan o se quitan, las cuentas están suspendidas o están prohibidas permanentemente, sin ninguna consistencia aparente. De la nada, YouTube puede desmonetizar a los individuos que han arriesgado su capital e invertido en su trabajo para construir negocios en línea. En la actualidad, la FCC requiere que los proveedores de banda ancha cumplan con una regla de transparencia que puede proporcionar una buena línea de base para las Big Tech. Bajo la regulación de la FCC, los proveedores de banda ancha deben proporcionar información precisa sobre el tráfico de internet desde el bloqueo de IPs hasta la priorización o discriminación contra el contenido [esta es la famosa neutralidad de la red, algo que suponía una barrera contra los monopolios discutida en la administración de Obama]. La FCC podría adoptar un enfoque similar para las Big Tech, y debería mirar a la Sección 230 y el Informe Consolidado para actuar como posibles fuentes de autoridad. Al actuar, la FCC podría requerir que estas plataformas proporcionen una mayor especificidad con respecto a sus términos de servicio, y podría responsabilizarlos prohibiendo acciones que son inconsistentes con esos términos sencillos y particulares".

La propuesta de Carr, entonces, es tratar de desarmar los algoritmos utilizados por las compañías que nunca se explican a los usuarios. Desde hace más de una década las plataformas y empresas de tecnología han adoptado un sistema de "beta permanente". Nunca tenemos el producto terminado, siempre está "mejorándose" para darnos una mayor y supuesta satisfacción. Poco les importa a esas empresas si nosotros no necesitamos esas mejoras, ellos modifican a gusto y placer nuestros programas que vienen en nuestros celulares, tabletas, televisores, laptops y demás.
Esa idea suma a las plataformas audiovisuales, muchas dependientes de esas Big Tech, como Apple Tv+. Prime Video, YouTube. Otras serán reguladas desde los contenidos a los cuales la FCC también quiere acceder. Disney, Netflix o Max, por caso.
Si bien el presidente de la Argentina, Javier Milei, dijo que Musk podría comprar CNN, una información negada por la empresa Warner Bros. Discovery, su dueño David Zaslav cree que la administración que asume en 2025 será beneficiosa para la industria. Que permitirá mejores y más grandes fusiones y que eso permitirá una mejor competencia. Así como Bezos, el CEO de Amazon, decidió que su The Washington Post no hiciera el famoso y tradicional patrocinio sobre uno de los candidatos, Zuckerberg, el hombre de Meta que baneó a Trump de sus redes sociales luego del intento de la toma del Capitolio, ya cenó con el presidente reelecto.
¿Qué dimensión tomará todo esto en nuestro futuro cercano? ¿Cuáles serán los cambios en los contenidos audiovisuales que se vendrán?
Netflix es, de alguna manera, la casa de los Obama, ahí se pueden ver los contenidos que producen con Higher Ground, documentales y series que exteriorizan las políticas que el expresidente desarrolló en su dos mandatos. La N roja podría mantenerse como una "empresa woke" si quisiera. Su core business no es otro que la producción de contenidos. Lo hace en todo el mundo y sigue siendo cabeza de playa de muchas cosas, aunque tenga los mismos problemas que todas las otras plataformas, como sostener una producción mundial donde los precios tienen que crecer a caballo de una inflación mundial.
Las olas que empiezan en las costas de Estados Unidos llegan a romper en todas partes del mundo. En la edición anterior dábamos cuenta de la fusión entre Skydance y Paramount, que en nuestro país se traduce en saber qué va a pasar con Telefé, el canal que es un ladrillo más en una pared llena de contenidos.

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Lo mismo sucede con las decisiones de producción de cada una de las plataformas en nuestro país. Por ahora se sabe que Netflix tiene algunas producciones ambiciosas como El Eternauta o la continuación de la serie éxito Envidiosa, el desarrollo de Campanella de Mafalda o una secuela de El Marginal con un elenco femenino que lleva por título En el barro. Las otras plataformas tienen algunas producciones por anunciar pero lo cierto es que los contenidos argentinos van a ser menos que en los años anteriores mientras la situación económica y política se acomoda.
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En términos de cine va a pasar algo parecido en la Argentina, mientras los grandes estudios ya tienen preparadas secuelas, precuelas, spin offs en busca de seguir desarrollando universos que ya conocen los espectadores. La duda es si siguen concentrando la atención de la misma manera que hace un lustro. Son pocos los éxitos asegurados que ha tenido la industria en ese tiempo. Los héroes Marvel no han funcionado, las ideas alrededor de Harry Potter tampoco. Algunas tienen la potencia del tiempo, como Gladiador 2, que es más una exageración posmoderna que una continuación hecha y derecha. Otras como la nueva Alien Romulus intentan revivir la idea original y abren la puerta a una serie.
Las plataformas conocidas, por otro lado, tendrán desafíos nuevos por delante. En nuestro país puede ser el stream, ese fenómeno que está tan de moda y que recuerda más a la televisión de los ochenta que al siglo XXI pero que encontrará su verdadero contendiente en TikTok.
Una plataforma antes que una red social que empieza a explorar dos formas de contenidos que el usuario promedio no imaginaria, los live y los videos de una hora.
TikTok, discutida como una amenaza por su origen chino en los Estados Unidos, es la mayor plataforma del mundo, la que más público ha captado y la que ha moldeado buena parte de los últimos tres años en el mundo. Podemos dar testimonio de eso en nuestro país, y la industria, como con YouTube, no percibe estas OTT con la relevancia que se merecen.
O quizás sea mentira ya que volviendo al principio de acuerdo al encargado de la FCC, Brendan Carr, TikTok junto con Huawei son los verdaderos enemigos a desterrar de la tierra de la libertad y la casa de los valientes.
Más allá de los contenidos, 2025 será el año de las regulaciones y cómo eso moldea nuestros consumos.

Anuncian en la edición #159