Directora en Argentinacine y jurado de Film Craft en Cannes 2025,
Camila Zapiola repasa su recorrido del teatro al set, su amor por el
guion y la dirección de actores, y defiende el craft como la forma más
fiel de honrar una idea.
¿Cómo llegaste hasta acá?
Cuando terminé el colegio, quería ser escritora. Probé estudiando Letras, no funcionó, y
terminé en cine. Me enamoré apasionadamente del mundo del cine. Haciendo un corto me
di cuenta de que no sabía dirigir actores, así que me fui a Nueva York a estudiar actuación.
Fui por tres meses, pero me quedé tres años y me recibí de actriz en Lee Strasberg. Aprendí
mil veces más sobre dirección estudiando actuación que cine.
Cuando estudiás actuación, aprendés cómo contar una escena desde adentro. Todos somos
nerds del cine, a todos nos gustan las series y las películas, pero no estamos adentro, lo vemos
desde afuera: ves los planos, el storytelling, cómo contar algo que está bueno, pero no
entendés cómo construir una escena de manera orgánica.
En actuación estás todo el tiempo construyendo escenas y, corporalmente, buscando entender
el guion para que funcione. Script analysis es algo que me encanta: el estudio del guion.
Terminé dedicándome a eso. Cuando leo un guion, se me aparecen todos los planos visuales
en la cabeza, pero también todo lo orgánico que tiene que suceder para que funcione.
¿Es un buen momento para la creatividad?
Sí y no. Siempre es un buen momento para la creatividad, y siempre hay desafíos. Hoy, por ejemplo, los económicos. Hay una recesión económica mundial, pocos guiones y muchos directores, y eso genera miedo. Yo le digo "la cadena del miedo". Eso es lo que arruina la creatividad.
La agencia ya viene con miedo porque el cliente se lo transmitió; después, la agencia se lo pasa a los productores; los productores al director; y el director, a su equipo. Es una cadena que termina arruinando la creatividad por completo.
A la vez, disfruto cuando me traen desafíos a nivel productivo, porque eso activa el cerebro creativo en busca de soluciones. Las limitaciones empujan a la creatividad y hacen que nazcan cosas nuevas.
¿Qué te genera la IA?
La uso. La usé, por ejemplo, en una publicidad de perros que necesitaba acentuar algunas expresiones. Aunque soy muy fan del naturalismo y de todo lo orgánico, por lo que estudié. Entonces, si la IA nos ayuda con algunas cosas, está buenísima. Pero cuando se nota mucho, me genera rechazo, porque va en contra de lo orgánico. Como herramienta, me encanta ChatGPT. Pero para lo creativo, somos mejores nosotros.
¿Un skill subvalorado en estos tiempos?
La buena onda. Escucho muchas historias de gente con la que es muy difícil trabajar, tanto productores como directores. Somos tantos en esta industria, hay tantos directores y productores talentosos, que no puedo creer que haya gente que no quiera colaborar desde un lugar amigable. Nuestro rubro es muy estresante: hay pocos guiones con dinero y siempre trabajan los mismos (algo que pasa en todos lados). Entonces, no entiendo cómo sigue trabajando gente con mala reputación que hace pasar un mal momento al crew.
No entiendo el maltrato. El actor es la herramienta más importante que tenés frente a cámara, y el maltrato le corta automáticamente la creatividad.
¿Asignaturas pendientes?
Siempre hay asignaturas pendientes. Cada vez que hago un tratamiento, lo hago con toda mi alma. Siempre el próximo guion es una asignatura pendiente. Me encanta la publicidad, me encanta dirigir, me encanta contar historias.
Ya cumplí un sueño, que era dirigir un musical. Ahora me encantaría dirigir algo con más drama, una historia de verdad. Pero siempre hay asignaturas pendientes, porque si no es repetir siempre la misma fórmula, y eso es aburrido.
¿Qué te inspira hoy?
Me inspira mi bebé, que va a cumplir un año. Me abrió el corazón de una manera increíble, y veo mucha humanidad y naturaleza. Siempre me inspiró lo humano, los comportamientos humanos. La vida real me inspira. También me inspiran series que se animan a ser distintas, cumpliendo un código narrativo que todos entendemos, con drama y humor al mismo tiempo, como lo hace Mike White en White Lotus, por ejemplo, que se ríe de su propio código.
O el trabajo de Emma Stone, porque siempre está al borde de la sobreactuación, pero no lo es. Me aburro de sumamente correcto. Me encantó Adolescence, por ejemplo: ese plano secuencia me volvió loca. Fue la primera vez que vi cuatro capítulos seguidos sin agarrar el teléfono.
Otra cosa que me inspira muchísimo es el teatro en Buenos Aires. Los actores argentinos son brillantes. Me inspira muchísimo ir a verlos.
¿Algún mantra que repitas?
Este mantra me lo enseñó mi papá desde que soy chiquita y siempre me acompañó: "Mejor pedir perdón que permiso". Me educaron así, y creo que por eso se me abrieron tantas puertas. Si yo hubiese pedido el permiso que como directora mujer tenía que pedir, no hubiese llegado donde llegué.
¿Marcas que sí?
Las que se animan a lo diferente, a lo nuevo, a lo original. Las que prueban fórmulas, pero les dan una vuelta de tuerca, porque todo ya se contó.
¿Marcas que no?
Las que repiten fórmulas. Son marcas sin alma. Me aburre lo que no tiene alma. Me aburre lo que es solo un cuadrito, sin contenido; lo que es solo cool o visualmente lindo, pero sin ideas. Las marcas que van con miedo y repiten fórmulas son un embole.
¿El proyecto de tu vida?
Hay un proyecto que me rompió el corazón. Una publicidad que hice hace tres años y que me hubiese cambiado la carrera por completo. Lo gané, lo filmé, y me costó un montón ganarlo porque competía contra unos "bestias" americanos e ingleses. Le di mi corazón, lo filmé, y por un tema legal quedó archivado.
Siento que me hubiese llevado a la liga a la que quiero llegar. Y estoy esperando que llegue el próximo proyecto de mi vida que me lleve a esa liga a la que tengo tantas ganas de acceder.
¿Tu primer León?
Fue con mi papá (Augusto Giménez Zapiola) y fue la primera publicidad que filmé con él: Psicólogo de CarOne, con creatividad de Lucho Sánchez Zinny y Carmelo Maselli.
¿Qué es Film Craft para vos?
Film Craft es la parte más divertida. Es cómo hacemos lo que hacemos una vez que llega la idea. Todo craft está basado en una idea. El craft no es nada sin la creatividad, y no es nada si no la acompaña fielmente. Otra forma de decirlo: cómo serle fiel a esa creatividad y hacerlo de una manera original. Cómo hacer la "refe" mejor que la "refe". Para mí, eso es craft.
¿Qué va a tener que tener un trabajo para ser #LIONWORTHY?
Un trabajo que me estimule tanto mentalmente como emocionalmente, que me toque una fibra. Y, de nuevo, que sea mejor que la "refe".
Cannes 2025 será...
Espero que me explote el cerebro.