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Carolina del Hoyo

Por RP

¿En qué momento de tu carrera te llega esta designación?
Te lo respondo de la forma en que yo hago los cortes de mi vida, que son profesionales y personales. Hubo una primera parte de puro sacrificio: sacrificio en el estudio, en el trabajo, siguiendo la carrera que, de alguna manera, estaba trazada para poder desarrollarme en esta profesión. Otra etapa fue una crisis interesante, en la que busqué entender cómo podía, de alguna manera, equilibrar mi humanidad, mi sensibilidad, con mi pasión por hacer negocios y trabajar en el mundo de los negocios. Y entender si esto era compatible o no, y cómo compatibilizarlo.
Llega un momento donde encuentro el equilibrio y entiendo desde dónde quiero hacer negocios; con qué no transo, qué valores quiero plasmar en mi trabajo, dónde me coloco personalmente para impactar profesionalmente, y me siento cómoda en mi perfil.
Y un tercer momento -donde estoy hoy- en el que me enfoco en seguir creando cosas, mientras me voy deshaciendo de creencias, patrones, formatos que no eran míos, y que a veces uno adopta de la familia, de la sociedad, de lugares... quién sabe qué. Pero sí soy muy crítica y muy cuidadosa con todo lo que tengo instalado y que quiero desinstalar. Es una etapa donde vengo desinstalando software a morir, y ahí puedo crear con mucha mayor libertad. El impacto que puedo generar con mi trabajo y en las personas es mucho mayor.

¿Creés que es un buen momento para la creatividad?
Sí. Yo creo que, la verdad, nunca conocí un momento mejor que este, porque las estructuras del mundo se están derribando. Desde la estructura política, económica, religiosa... hay estructuras que están muriendo, cambiando, y otras que vendrán. Se está sabiendo mucho que antes no se sabía, saliendo a la luz los "dark sides" y apareciendo otras cosas más luminosas.
A la vez, los ritmos de innovación se han acelerado; pasan cosas inéditas, que antes veíamos en series que parecían futuristas. Entonces, si no creíamos que realmente la creatividad es un superpoder, la realidad nos lo está mostrando claramente. Es posible crear todo. Es un momento sensacional para entender esto.

¿Y qué creés que frena ese movimiento?
El gran freno de la creatividad es el miedo. La filosofía habla de las dos emociones primarias: el miedo y el amor -no el amor desde el lugar romántico, sino todo lo que se despliega a partir del amor-. Creo que el miedo es lo que frena la creatividad, porque sigue siendo la herramienta de control social por excelencia.
Si hablamos de creatividad en el mundo de las organizaciones, en la publicidad, sabemos que el lenguaje del mundo empresarial y lo que termina siendo la columna vertebral de la gestión empresarial tienen que ver con el control. Sobre todo en las grandes corporaciones. El paradigma, hasta ahora, era cómo controlar esos procesos. Pero el control no es expansión, el control es contractivo.
Mirando un poco desde afuera, los sistemas de gestión, de comunicación, la cultura de las empresas, están ancladas mayoritariamente en el miedo: cómo se evalúa el desempeño, cómo se pagan los bonos, los feedbacks, etc. La cuestión primordial está basada en el miedo, ergo, en el control. El control no hace bien a la creatividad.
Entonces, ¿cuál es la otra cara del control? No es el descontrol: es la libertad ejercida con respeto y con responsabilidad.
Hoy nos parece complejo lo difícil, porque exige otro nivel de conciencia del liderazgo y de la humanidad, para poder desenvolverte en una estructura con libertad y responsabilidad. Para mí eso es educación en conciencia, otra educación. Cuando el colegio te pone el timbre para ir al recreo, no te educan en libertad con responsabilidad: te educan para responder a una paradigma de control.
Pero estamos en un excelente momento de cambio, de transformación.

¿Algún skill que esté subvalorado hoy?
La inteligencia emocional. La inteligencia de la percepción, la inteligencia de la intuición, la inteligencia creativa. Hemos sobrevalorado muchísimo la inteligencia lógica. ¿Cuántas veces escuchamos: "Este es un bocho"?, y nos daba tranquilidad que esa persona tenía las cosas bajo control. Ese era el paradigma reinante, pero hemos subvalorado otras inteligencias, y por eso estamos tan perdidos cuando la IA hace todo lo que hacía el ogro.
Yo creo que todo viene por algo, nada es casual. Todo pasa por algo. Hay todo un equilibrio. Entonces, ¿por qué aparece la inteligencia artificial? ¿Cómo es que irrumpió de esta manera en este momento de la humanidad? Y yo creo que es porque ya estamos listos para desarrollar estos otros skills que hemos subvalorado, pero que todos tenemos: como la inteligencia emocional, la percepción, la intuición... que pueden ejercerse en los negocios y en la creatividad. Para despertar otras habilidades que está probado que el ser humano tiene, pero que no había ejercido.

¿Dónde encontrás inspiración?
Me inspira mucho el mundo cuántico. Hay una parábola que habla de que vos ponés unas moscas en una caja y las tapás, pero cuando sacás la tapa, las moscas no salen nunca de la caja. No se dan cuenta de que ahora se puede salir.
Hay conocimientos -como la física cuántica, por ejemplo- que nadie nos enseñó. No se habla de eso en lugares formales, pero que explican muchas otras cosas. Encuentro también inspiración en la filosofía, en la metafísica. En muchas cosas soy autodidacta.
La parábola de la caja y la tapa me da muchas explicaciones. Gran parte de mi desarrollo personal y profesional viene de entender ciertas cosas y de hacerme preguntas más complejas, y forzarme a dar respuestas más complejas.

¿Tenés algún mantra que te acompañe?
Sí, tengo varios.
"Donde pongo el foco, crece la vida." La vida me comprueba que es así. Cuando vos ponés tu foco, tu energía, tu pensamiento en algo -que puede ser bueno o no-, crece. Por eso es importante chequear todo el tiempo la calidad de lo que estás pensando y en lo que estás enfocándote.
"Nada cambia, yo cambio, y todo cambia también." No hay otro lugar donde ejercer la búsqueda, donde tratar de cambiar cosas que en uno mismo. Solamente ahí podés buscar cambiar. El resto es una consecuencia de tu transformación. Desde lo más grande a lo más pequeño, todo es reflejo de tu estado interno. Entonces, el único lugar donde ir a meter mano es en vos misma. Y esto también es algo que veo en mi propia vida.
"Lo que no evoluciona, involuciona." Lo que no crece, decrece. Especialmente en las relaciones. Aplica a los negocios, a las marcas también.
Otra, que la tengo prestada una amiga psicóloga laboral muy genia, es: "Me tengo a mí." En los momentos más complejos, donde te se cae todo a tu alrededor, te olvidás de que te tenés a vos, y que eso es un montón. Hay mucho poder en tenerte a vos misma.

¿Cómo definirías Social & Creator, la categoría que te tocó evaluar?
Es crear desde la calle; realmente crear desde el consumidor, desde el pulso social en ese instante que se vuelve cultura. Cuando algo se transforma en viral, entra a una mesa, a una conversación, ya empieza a ser cultura. Eso es Social & Creator.

¿Qué vas a buscar en un ganador?
Hay muchos criterios, pero te diría que si realmente se convirtió en viral.

Cannes 2025 será...
Mi debut. Soy fanática del festival desde siempre. Realmente es una forma autodidacta de aprender mucho. Ir como jurado me parece un sueño. Ojalá que para Argentina sea la consagración de un renacer creativo que ya empezó hace unos años. Me da mucho orgullo y mucha felicidad ir a Cannes.