Collab de lujo
Olivier Rousteing & Johnnie Walker
La reinvención no es parte de la tradición, es la forma en que la tradición sobrevive.
Cuando pensamos en un producto como el scotch, pareciera que hablamos de una categoría
profundamente tradicional, pero lo cierto es que la marca y la producción deben actuar con
visión de futuro porque el scotch que hoy se coloca en barricas, puede que no sea disfrutado
por las personas hasta dentro de 20, 30, o incluso más de 40 o 50 años. "Nuestro trabajo es
respetar las tradiciones del pasado, pero también tener la previsión de lo que los consumidores
desearán, y ese es un arte verdaderamente crítico.
Constantemente estamos haciendo equilibrio en una cuerda floja que nos permite decidir
qué se mantiene constante y qué queremos cambiar para reinventar. Nuestra filosofía en
el grupo de lujo de Diageo es que la reinvención no se trata de abandonar la tradición, sino
de cómo la tradición sobrevive", asegura Julie Bramham, MD de Diageo Luxury Group, en la
Terraza del Palais, antes de presentar a una de las figuras más esperadas de esta edición del
festival: Olivier Rousteing, director creativo de Balmain y ahora socio en este proyecto de
crear una plataforma de lujo para Johnnie Walker.
Johnnie Walker se consume hace 200 años y se apoya desde entonces en cuatro valores
inmutables que se resumen en empujar los límites, progreso, craft y creatividad. Para el
diseñador de alta costura más progresista del momento, conocido por su audacia y su
creatividad, la reinvención tiene que ver con tomar riesgos, salir de la zona de confort y
abrazar tanto el pasado, como el presente y el futuro. "No podés ser testigo de tu tiempo sin
entender el pasado. Y solo entendiendo el pasado podés crear un futuro mejor. Eso es lo que
disfruto de trabajar con el patrimonio: comprenderlo, traerlo al presente y, a partir de ahí,
construir el futuro", confiesa Rousteing.
En un contexto global tan revolucionado, el Director Creativo de Balmain señala la importancia
de mantenerse fiel a los valores y no cambiar la esencia para seguir siendo libre. Y lo demuestra
también con una exigencia a la hora de elegir un partner estratégico para una colaboración:
"Autenticidad. Ninguna colaboración puede tener éxito si no es auténtica. ¿Qué significa
auténtico? Significa no hacer concesiones, comprenderse mutuamente. Eso hicimos desde
el principio. Llevamos casi dos años trabajando juntos con un equipo increíble, creando una
familia. Porque cuando creas una colaboración, no es solo hacer un proyecto: es creer el uno
en el otro, ceder a veces, pero muy poco, porque nos queremos y queremos sacar lo mejor
de nosotros mismos. Ya sea en la moda, en el whisky, en el arte de mezclar: al final del día
encontramos el puente que nos une."
Las emociones también son determinantes para Olivier "Llevo 15 años como director creativo
en Balmain, pero he tenido colaboraciones llenas de emoción. Una de las que más me marcó
fue la de El Rey León de Disney. Lo mismo me pasó con H&M. La historia con Johnnie Walker
es parecida: recuerdo a mis padres bebiendo whisky junto a la chimenea en el sur de Francia.
Creo que mi padre estaba más orgulloso cuando supo que colaboraba con Johnnie Walker
que con cualquier otra cosa, porque era parte de nuestra familia. Cuando tuve la oportunidad
de trabajar con ustedes, sentí la conexión. Por eso creo que el éxito nace de la emoción y de
poder expresarla".
El resultado de la colaboración excedió las expectativas de Diageo. En vez de una botella,
Rousteing diseñó cuatro. "Perdón por el presupuesto, pero la moda tiene cuatro estaciones.
Quería crear cuatro botellas con cuatro sabores diferentes. Mi moda es conocida por la
diversidad y la inclusión. Lo que más amo es construir una comunidad diversa que represente
emociones distintas. Estas cuatro botellas representan cuatro emociones. El invierno es un
sabor ahumado, más cálido; el verano es afrutado, como un atardecer sin fin. Para mí era
importante que aquí hubiera todos esos matices. Ojalá pudiera hacer 200 barricas, quizá
algún día, pero las cuatro estaciones eran esenciales."
Sobre el final y ante una audiencia ávida de consejos sobre cómo reinventarse, Olivier
compartió: "no tengas miedo. No temas ser juzgado. Lo más difícil en este mundo es ser
vos mismo. Yo nací en un orfanato. Fui adoptado cuando era muy pequeño. Recuerdo que
de niño soñaba con ser director creativo, pero no tenía ejemplos que me hicieran creer que
era posible. Cuando hago colaboraciones, intento romper barreras para que lo que hacemos
hoy sea normal para la próxima generación, pero todos sabemos que hay que luchar. Esa
es nuestra fuerza. Cuando me preguntás qué es la reinvención, diría: no importa de dónde
vengas, sino a dónde quieras llegar. Lucha por ti mismo, elige tu destino y sigue luchando
hasta conseguirlo."