Lo habrán leído el mes pasado: Mark Zuckerberg dijo que el modelo actual de las agencias
de publicidad llegó a su fin porque el año que viene su empresa Meta planea automatizar
completamente la plataforma de publicidad con IA. Las marcas o una persona sólo tendrán
que subir una imagen del producto (o una idea), definir su objetivo y presupuesto, pagar y
listo: la IA se encargará de generar el contenido (imágenes, videos, textos, sonidos), segmentar,
lanzar, optimizar y medir en tiempo real para reportar los resultados de la campaña.
La IA solo acelera y pone cuarta, pero también refuerza la hegemonía de las grandes
plataformas. La concentración de la publicidad en pocas manos es abrumadora. Google, Meta
(Facebook), ByteDance (TikTok) y Amazon ya controlan entre el 70% y el 80% del mercado
publicitario global, un salto notable frente al tercio que tenían hace pocos años, en 2019.
Para dimensionar bien el negocio: en 2024 Meta superó los $100 mil millones de ingresos
por publicidad y llega a una audiencia de más 2.200 millones de personas de todo el mundo
(entre Facebook, Instagram y Whatsapp). En EEUU, más de tres cuartas partes de los adultos
usan Facebook.
Estos gigantes no solo dominan la distribución de anuncios, sino que ahora también ofrecen
productos basados en IA que prometen optimizar campañas, aumentar ventas y mejorar el
retorno de inversión. Zuckerberg dijo que el sistema de Meta Advantage+, impulsado por
aprendizaje automático, mejora los resultados un 22%.
Google, por su parte, asegura que su plataforma Performance Max incrementa las ventas más
de un 10%, y ya prueba un modelo de búsqueda basado en IA que prolonga las consultas y
mejora la precisión del targeting.
Esto ya pasa hasta el momento en las áreas de targeting y performance. Pero ahora Zuckerberg
planea comerse también a las otras áreas que, en cierta manera, todavía estaban a salvo de
la tecnología: planning y creatividad.
Cito textual lo que dijo Zuck en la entrevista con Ben Thompson en su podcast Stratechery:
"simplemente lo hacemos nosotros por ellos (la marca). Obviamente siempre van a poder
venir con una sugerencia o traer el creativo que quieren, especialmente si realmente quieren
afinar detalles. Pero en general, vamos a llegar a un punto donde vos sos una empresa,
venís a nosotros, nos decís cuál es tu objetivo, conectás con tu cuenta bancaria, no necesitás
ningún creativo, no necesitás demografía de targeting, no necesitás medición, excepto leer
los resultados que producimos. Creo que eso va a ser enorme, creo que redefine la categoría
de publicidad".
¿Qué impacto tendrá esto en las agencias? Tremendo. Los más pesimistas aseguran que
es el fin de las agencias tal como las conocemos. El panorama hacia el futuro es desolador.
Pero incluso los más optimistas hablan de una drástica caída de la demanda para agencias
que se dedican a producción y performance, especialmente las que ejecutan campañas de
marketing digital.
Es que no hace falta ir al futuro para saber que ya en este presente 2025 las agencias
tradicionales se enfrentan a un escenario donde cada vez más tareas suyas -desde la
planificación estratégica hasta la producción creativa- pueden automatizarse con resultados
competitivos. Sam Altman, el CEO de OpenAI, resumió la amenaza sin vueltas: el 95% del
trabajo actual en agencias será resuelto por la IA, de forma rápida y con un costo bajo casi
cero.
Según publicó el informe de Advertiser Perceptions y Guideline, en colaboración con el IAB, la
IA generativa transformará la creación de anuncios en video para el 90% de los anunciantes
en 2026 y remodelará la publicidad. Cualquiera que niegue esto lo hace por dos motivos: o
no la entiende o no quiere ni puede ver la realidad de su propia industria.
Es cierto que, por el momento, las marcas mundiales más importantes seguirán usando
agencias para sus campañas grandes, el desarrollo de su branding y su creatividad estratégica.
En esas áreas todavía la IA no convence del todo. Subrayo el todavía. Pero por cuánto tiempo
más? Ya vimos de lo que fue capaz de hacer la IA generativa en apenas dos años. En 2024 la
IA pegó un salto exponencial en cuanto a generar "creatividad" y sorprender con la relación
de distintas ideas.
Las grandes marcas desconfían mucho de Zuckerberg y Meta/Facebook porque ya hubo varias
muestras de mentiras, abusos y escándalos alrededor del CEO como para ahora también
volver a confiar en que los resultados de sus campañas sean fidedignos. O sea, en sus propios
controles que revisen y auditen sus propias tareas y algoritmos. ¿Cuánto de transparencia y
seguridad tendrá una plataforma propia liderada por un CEO que ya dio varias muestras de
su -como mínimo- opacidad? Ya tenemos más de una década con varios fraudes publicitarios
y escándalos de medición acumulados alrededor de Facebook. ¿Le confiarán las marcas top
100 el manejo total de su publicidad?
En cambio, el escenario para las pequeñas y medianas empresas que no pueden pagarle a una
agencia grande es bien distinto y bastante positivo. Se cree que con la tercerización total de su
publicidad en la IA, saldrán beneficiadas en la tasa de retorno de la inversión, el rendimiento
de sus campañas y la conversión (venta). Y también en poder acceder a producciones en
video de alta calidad (que antes eran carísimas) y a poderosas herramientas de marketing.
Si habrá agencias o no, lo sabremos en poco tiempo más. Algo ya es seguro: veremos miles de
avisos hechos con IA. Estemos preparados.
* * *
Y en este panorama, el PR vuelve a la escena. Mientras los algoritmos de IA optimizan clics,
impresiones y conversiones, otro componente menos automatizable vuelve a ocupar un rol
central: las relaciones públicas. Durante los últimos años, el foco de las marcas estuvo puesto
en dominar el SEO y, de esa manera, aparecer en los primeros resultados de Google. Pero
con la irrupción de modelos de lenguaje como ChatGPT, Gemini o Claude, ese paradigma
está cambiando de forma profunda. Ahora los eventuales compradores y clientes hacen sus
consultas y búsquedas en chatbots de IA, y los anunciantes ya no pueden aparecer pagando.
Entonces, el viejo arte de las relaciones públicas vuelve a cobrar valor.