artes visuales

Arte en cuarentena en New York y Washington DC


Hugo Petruschansky

Por Hugo Petruschansky


Semanas atrás, y antes del cierre de fronteras, nuestro especialista en Artes Visuales estuvo recorriendo New York y Washington y nos trae lo mejor de esa excursión. De Rem Koolhaas a Diego Rivera, una viaje sin salir de casa.
1. Museo de Arte Moderno de Nueva York
Mi última visita a Nueva York tuvo la intención de hacer algunas recorridas de siempre y por otro lado investigar lugares nuevos. Me interesaba ver cómo había sido la restauración y la ampliación del MoMA. Es uno de los museos más importantes de arte moderno del mundo, no solamente por sus metros cuadrados sino también por la calidad de las obras que contiene. Me sorprendí gratamente por varios motivos. En su entrada cuenta con un espacio enorme, tan monumental que es como si fuera un estadio. Es muy cómodo y la gente no se amontona. Las salas son más amplias, tienen más espacio y las obras no están disputando ninguna pared. Están todas colocadas con bastante amplitud lo que hace que la percepción no se vea interrumpida por obras en los laterales. Esto da lugar a que no se haga una lectura histórico-evolutiva, sino que se hace una lectura visual; simbólicamente las obras se acompañan las unas a las otras. Las señoritas de Avignon de Picasso de 1907 puede estar al lado de una obra de Marshall por ejemplo. Este es un buen hallazgo e invita a la gente a asociar visualmente.
Las curadurías y las muestras temporarias también tienen grandes espacios, me da la sensación de que esto representa la toma de conciencia de que el arte necesita otro espacio para poder ser tal, para estar legitimado. Los grandes museos, las casas museo de los artistas, pecaban de una especie de indiferencia al espectador, cuadritos uno al lado del otro, y tanta oferta visual no invitaba a desarrollar un discurso propio. Hoy se convoca a un artista conocido a que busque en el archivo y en los depósitos la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York las obras que para él son interesantes, y es el espectador quien descubre cuál es el hilo conductor. Eso lo ubica en una disyuntiva de trabajo gozoso. En la apertura del MoMA se hizo un reconocimiento importante a la enorme donación que hizo la coleccionista venezolana Patricia Phelps de Cisneros, una muestra fantástica sobre arte latinoamericano, de vanguardia.
En la apertura del MoMA se hizo un reconocimiento importante a la enorme donación que hizo la coleccionista venezolana Patricia Phelps de Cisneros 2. Guggenheim
En el Guggenheim hay una muestra extraordinaria de Rem Koolhaas, pensador, filósofo y arquitecto: “Countryside, The Future”. Una especie de apertura al mundo, y que interpela qué es lo que estamos haciendo con nuestro planeta… Nunca más acertada en vista de lo que estamos viviendo en la actualidad. De alguna manera, esto es consecuencia del maltrato que hacemos al organismo Tierra. Su muestra es una mirada sobre el desarrollo del hombre en el espacio, el hombre y su periferia; la periferia como lugar de esparcimiento, de ocio, y no un lugar de negocio. Koolhaas va repasando desde la antigüedad hasta nuestros días con mucha información, datos, China, África, Asia, hasta las periferias… terribles, amables, fértiles. Lo hace a lo largo de montones de imágenes, fotos, montajes y videos. El concepto guía: cómo el hombre reacciona frente al mundo exterior. Uno de sus videos plantea de modo muy interesante que el hombre no tiene más contacto romántico de la naturaleza, sino un contacto tecnológico. Es más, en la puerta del museo, frente al Central Park de Nueva York, símbolo de clase, de poder, de dinero, había un tractor que debía medir no menos de cuatro metros de alto. El campo se puede traer a la ciudad, y no solamente a la ciudad, se puede traer a las zonas de confort y gran prestigio que tienen las ciudades.
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En el Whitney encontré con mucha alegría una muestra fantástica sobre arte mexicano. Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Siqueiros, todos los grandes maestros mexicanos con obras de una calidad y refinamiento importante, muy originales, muy buenas. Ni bien entraba a la exposición, saliendo del ascensor, me recibió una obra enorme de Diego Rivera, propiedad del Museo MALBA, la última que Costantini compró de Rivera, una obra fantástica. Vale la pena ver este video sobre la influencia de los artistas mexicanos a los norteamericanos.
la influencia de los artistas mexicanos a los norteamericanos 4. The Shed
También he visto con agrado, por un lado, y con sorpresa, por el otro, el desarrollo inmobiliario y constructivo que se está desarrollando en la parte sur de la ciudad, en la zona de la High Line y Hudson Yards. El espacio es muy amplio, amable, donde antes estaban los talleres del ferrocarril. Encontré un enorme edificio que hoy atrae muchísimo turismo: el Vessel es como una canasta que envuelve el lugar pero de repente se abre y deja un espacio enorme, al aire libre, que se usa para eventos masivos, populares y en donde uno se siente verdaderamente personaje del futuro. Allí está la muestra de Agnes Denes, “Absolutes & Intermediates”. Se trata de obra conceptual minimalista y de una gran sensibilidad… con una economía fantástica. La muestra es una reflexión sobre el entorno, la estructura de la vida, las plazas, el verde, los espirales, y cómo el hombre reacciona y resuelve la estructura. Es una obra con elementos muy simples, pirámides de círculos, elipsis que suben, torres de Babel. Los materiales trabajados son muy sofisticados y es un sistema de relojería. Allí está el arte de la tierra, y también nos hace reflexionar sobre cómo miramos nuestro mundo, los objetos naturales, las plantas, las flores; qué significa la luz, las sombras; qué significan las estructuras de poder.
Tree_Mountain_A_Living_Time_Capsule 5. Washington y cercanías
El Museo Glenstone, en las afueras de Washington, es quizás el museo más importante de arte contemporáneo, moderno, de finales del siglo XX hasta la actualidad. Tiene obras icónicas de la historia del arte, producto de una colección de un matrimonio joven del mundo de la publicidad y de las finanzas. Encontré obras del arte conceptual, del pop, de los artistas más contemporáneos, incluso hay obras del argentino Adrián Villar Rojas, esculturas al aire libre. Vale la pena visitarlo. En la ciudad de Washington el Museo Hirshhorm tiene una muestra fabulosa de Marcel Duchamp, una retrospectiva: la colección del matrimonio Levine, The Barbara and Aaron Levine Collection, y otra de Mark Bradford. Bradford es un artista que trabaja la técnica del collage, de los papeles, y siempre cuenta historias. Historias sobre género, raza, marginalidad, sobre la intolerancia, los campos de batalla, los chanchullos, y todo lo que forma parte de una contienda bélica. En “Pickett’s Charge”, Bradford mezcla el pigmento, el oleo, la resina con papeles, con mapas, engañando al ojo, cuando uno se aleja ve cosas que no son lo mismo cuando uno se acerca: de cerca ves papelitos, papeles de diario, de cómics, de revistas; al alejarte ves la cascara, el exterior. Es un espacio que también recomiendo visitar. Escuchalo a Mark hablando de su obra.
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Anuncian en la edición #135