La guerra por el copyright Google & Facebook vs. medios periodísticos
Por Majo Acosta
"Difícil que lleguemos a ponernos de acuerdo" dice el clásico
de Charly García. La batalla por el uso y abuso de contenido
periodístico producido por los medios y replicado en las
plataformas sociales llegó a un punto de no retorno en los
mercados más desarrollados. La situación es clara: Google
y Facebook difunden contenido de calidad producido por
medios periodísticos del que se benefician de manera directa
e indirecta y sin costo alguno. Los medios, por su parte,
pierden control sobre sus contenidos y tráfico a sus sitios,
además su porción de la torta publicitaria es cada vez más
chica. Es por eso que exigen un reconocimiento económico
y poder sobre lo que producen.
La discusión sobre los derechos de propiedad intelectual de los contenidos que los
medios crean, producen y ofrecen a través de las plataformas de Internet ya ha
tenido avances en Estados Unidos, Australia y en algunos países de Europa como
Alemania, España y Francia. En nuestro país es un tema de agenda para Adepa,
Asociación de Empresas Periodísticas Argentinas, y por eso hace unas semanas
organizó el panel "Medios y plataformas: el valor de los contenidos" para abrir
el debate local y aprender. Fueron de la partida Danielle Coffey, vicepresidenta
senior y asesora general de News Media Alliance (Estados Unidos); Wout van Wijk,
director ejecutivo de News Media Europe, entidad que representa a la industria
de los medios europeos; y Diego Garazzi, presidente de la Comisión de Propiedad
Intelectual de Adepa bajo la coordinación de Daniel Dessein, presidente de la
Comisión de Libertad de Prensa de Adepa y del directorio de La Gaceta de Tucumán.
Las empresas periodísticas viven una situación muy compleja para su supervivencia.
La relevancia de la información de calidad quedó en evidencia en esta pandemia:
la demanda de noticias creció un 80% en el ecosistema digital al tiempo que las
ganancias de las empresas periodísticas caen rotundamente.
La moneda, como siempre, tiene dos caras. Según datos compartidos por Coffey,
gracias a Internet la audiencia de los medios aumentó a 100 millones de lectores
los últimos diez años en Estados Unidos. Las innovaciones tecnológicas brindaron
grandes beneficios en ese sentido. Sin embargo, en ese mismo lapso de tiempo,
los ingresos de los medios se redujeron a la mitad. Plataformas como Google y
Facebook, que hoy funcionan como intermediarias de esos contenidos, concentran
el 60% de la torta publicitaria digital en ese país y un 90% de la ganancia.
Herramientas y servicios del gigante de Mountain View, tales como el protocolo
AMP, Google News, Google Discover e incluso Google Assistant, hacen uso de
los contenidos publicados por los sitios periodísticos, pero los usuarios ven los
artículos directamente en los servidores de Google, perdiendo el contacto con el
sitio web del medio y el poder sobre sus materiales. Google y Facebook no solo
cuentan con esos contenidos de calidad sin costo, también con la data generada
por la interacción con los internautas (que, por supuesto, no comparten) y que es
utilizada para publicidad.
La avanzada australiana
Un primer paso que sienta precedente es el australiano. El gobierno federal solicitó
en abril pasado a la Australian Competition & Consumer Comission (ACCC), el
organismo regulador de la competencia en Australia, que desarrollara un código
de conducta obligatorio para solucionar lo que considera un desequilibrio de poder
de negociación entre las empresas de medios de comunicación australianos y las
plataformas digitales, específicamente Google y Facebook. En pocas palabras, el
mundo editorial les exige una compensación por el uso de los textos en algunos
servicios de Google, tales como News o Discover, o el propio buscador. Google y
Facebook deberán incluir en sus plataformas un código que permita saber qué
contenidos de cada medio de comunicación se han usado, para cobrar después
una compensación por ellos.
El contraataque de Google tuvo forma de carta abierta en la que sugiere que las
consecuencias de las nuevas reglas podrían ser "dramáticas" para el buscador, en
un intento de amedrentar a los usuarios.
Primer round en tierra americana
Semanas después, la News Media Alliance presentó un informe sobre la dominancia
de Google y el uso del contenido de noticias en el Departamento de Justicia y en
el Congreso de los Estados Unidos. El documento brinda evidencia de que Google
"deliberadamente" y "estratégicamente" utiliza el contenido de los medios para
su ventaja económica y en detrimento financiero de los sitios periodísticos. "Hoy
los propios términos y condiciones de Google fuerzan a liberar cualquier tipo
de derechos de autor sobre los contenidos de medios de comunicación. ¿Cómo
enfrentar al monopolio tecnológico? La respuesta debe basarse en el derecho de
competencia. Primero hay que corregir el desequilibrio. También hay que tener
protecciones de derechos de autor para sostener la solución de competencia. Por
lo tanto, sin un abordaje de defensa de la competencia sumado al copyright, no
se podrá forzar a Google a llegar a la mesa de negociaciones", explica Coffey,
quien representa a la NMA.
Una pelea desigual
Los especialistas insisten en que una posible vía de solución es generar la igualdad
de condiciones y exigir a las plataformas que se sienten a la mesa de negociación
y tener acuerdos razonables de negocio. Además, requerir un puerto seguro o
inmunidad antimonopolio para no ser penalizados por el propio gobierno de
Estados Unidos por no negociar bajo condiciones de presión, maniobras que
suelen usar estratégicamente los monopolios de plataformas. Moverse juntos
entre los medios globales es clave para obtener una compensación por periodismo
de calidad. La pelea es desigual, el poder de lobby de las plataformas es enorme
(solo en Europa cuentan con ¡30 millones de euros!) y los editores no están en
una situación cómoda para esperar.
Según explica Wout van Wijk, director ejecutivo de News Media Europe, el marco
legal europeo para proteger los derechos de propiedad intelectual estaba muy
desactualizado y no tenía en cuenta la nueva realidad digital. A su vez existe el
riesgo de fragmentación de marcos legales en los países de la Unión Europea.
"En Alemania tenían algún tipo de derechos de medios. Ese fue el punto de inicio
para corregir las dificultades que había en el mercado. El objetivo: reconocer el
valor del contenido online y las inversiones que los medios destinan a la creación
de contenido de calidad; y abrir canales de negociación con las plataformas de
distribución dominantes", detalla y agrega: "En 2019 se hizo efectiva la Directiva
europea sobre derechos de autor en Internet: el artículo 15 reconoce a editores de
prensa como titulares de los derechos en el mundo en línea. Los medios tienen
derecho a decidir los términos en los que se comparten sus contenidos. Quedan
excluidos los usos privados o no comerciales, hipervínculos y extractos muy cortos
o palabras individuales. El artículo 17 enmarca la provisión de la brecha de valor
y una disposición antipiratería. Puede ser usado como un canal de remuneración
que complementa al artículo 15. Permite usar los artículos de prensa que impiden
la distribución ilegal y que lo bloquean".
El caso francés
La ley de transposición de derechos de los editores de la prensa francesa fue
adoptada en julio de 2019 y entró en vigor en octubre de ese año. Google anunció
un cambio de configuración que obliga al editor de prensa a optar por la visibilidad
y otorgar lo que equivale a una licencia gratuita.
Fue litigado y llevado ante la Autoridad de Competencia de Francia. Su decisión
preliminar ordenó, en abril de 2020, que Google entre en negociaciones de buena
fe, abrir el cuadro de datos y hacer una propuesta de remuneración. Google apeló
y hay una audiencia para debatir esto en París en pocos días, poniendo así un
alto en el proceso. Notan un cambio de derechos de autor a competencia, para
neutralizar el objetivo de los medios y así abusan de su posición dominante.
Google a su vez lanza un programa de licencias y busca acuerdos bilaterales con
los principales grupos de medios y apela el fallo preliminar francés para ahorrar
tiempo en procedimientos judiciales.
En respuesta, los medios franceses anunciaron el desarrollo de una nueva
organización para administrar y negociar de manera conjunta a nivel europeo.
Para van Wijk, es fundamental que los editores tengan una estrategia conjunta
que implique el desarrollo de una nueva regulación inteligente con derechos sobre
dónde y cuándo aparecen sus contenidos y con exclusividad para su monetización.
Solo de ese modo se puede enfrentar la estrategia "divide y reinarás" que propone
Google al querer negociar en cada país, y en algunos casos con cada publisher, y
abusar así de su control sobre tierra digital.
Para conocer más sobre News Media Alliance y su white paper sobre el tema <clic AQUI>