Carolina y Regina se conocen desde hace mucho. Comparten
la profesión, el cariño y el respeto mutuo. Carolina es Chief
Strategy Officer & Partner en Slap, y Regina es Head of
Strategy en Don. Las juntamos en este zoom in para hablar
de vínculos. Cómo y cuánto los alteró la pandemia y de qué
manera los construyen las marcas hoy.
¿Qué las une?
Carolina: Nos unen un montón de cosas. Voy a hablar por mí, pero yo tengo la
suerte de tenerla a Regi en mi vida, es un ser hermoso que amo. Su hijo es mi
ahijado, o sea, imaginate. Si bien trabajamos en distintas agencias, con distintos
clientes, distintos todo, yo siento que es una compañera de laburo más. Tenemos
una misma visión de la vida, de la inclusión, de la diversidad, de cómo tomamos
el trabajo. Con lo cual siento que compartimos un montón de cosas. Regina: Para mí Carola es una referente en muchos ámbitos más allá del
profesional, en lo personal también. Confío mucho en ella. Es una persona que
tiene gran criterio para todo. Lo que se te ocurra que vos necesites, Caro te va a
sacar adelante. Elegirla como madrina de mi hijo Astor es reafirmar un poco que
para mí es como una hermana que elegí. Es una persona que amamos, es parte de
la familia. Y trasciende todo. Tuve la suerte de trabajar con ella hace un montón
en Del Campo y aprender un montón de ella, porque además es una persona que
emana aprendizajes, le gusta compartir lo que sabe.
¿Cómo están viviendo la profesión?
Regina: Hay una especie de crisis en la industria en la que estamos y en la cual
suceden un montón de cosas. Es difícil encontrar gente y perfiles que quieran
trabajar en la industria, que estén motivados y que les interese y les divierta. Es
un momento para destacar a las mujeres en la industria, y eso también marca
un cambio en la mirada. Vivimos un proceso de mucho cambio. Cada cosa es un
desafío y te encuentra parada en un lugar diferente que nunca antes habíamos
atravesado. Pero bueno, no deja de ser algo divertido. Carolina: Comparto. Cuando empezó toda la movida de la pandemia, fue como
un "¿qué hacemos ahora?". Y es cierto que a los planners se nos puso mucho
en los hombros porque somos catalizadores de la sociedad y un poco llevamos
dentro de la agencia, o donde trabajemos, esta cuestión de qué está pasando
afuera, cómo hay que hablar, cuál es la sensibilidad que hay que tener. Los
clientes se preguntaban "¿comunicamos o no comunicamos?". Creo que el gran
aprendizaje tiene que ver con esto de abrazar el no saber qué hacer. La industria
de la publicidad tiene mucho esta soberbia de que "yo sé cómo resolverlo". Y
esta situación nos llevó a ese lugar de no saber cómo, agarrémonos de la mano,
pisemos, estudiemos, entendamos, vamos a ver qué pasa con esto y estemos
preparados para los distintos escenarios que pueden llegar a pasar. Para mí
fue un aprendizaje en ese sentido. Obviamente siempre me gusta trabajar con
profundidad, pero esa profundidad creo que pasó a ser parte de todo.
¿Qué significa hoy acompañar a una marca?
Regina: Bueno, ese es un poco el mantra de la agencia y especialmente de Papón.
Hay una filosofía de Don que a mí me encanta: el problema del cliente es nuestro
problema. Lo que le preocupa al cliente nos preocupa a nosotros y nos ocupa
a nosotros. Acompañar desde ese lugar, estamos acá para lo que necesites,
¿qué necesitás? Y después la agencia tiene esto de trabajar muy en equipo, de
ir construyendo todo de a dos. Creemos que el laburo sale mejor cuando esa
frontera entre cliente y agencia se blurea.
Caro, Slap tiene una visión muy global, ya su nombre indica la impronta. ¿Cómo
es tu rol ahora desde ese lugar y con ese proyecto?
Carolina: En Slap no nos definimos como una agencia sino como una aceleradora
de negocios a través de la creatividad, con lo cual tratamos de entrar mucho
antes de lo que es la comunicación. Hoy somos tres oficinas, Madrid, Nueva
York y Buenos Aires, pero trabajamos como si fuésemos un mismo grupo y en
base a los proyectos que van llegando. Por suerte es un equipo muy talentoso, y
la verdad es que nos tomamos de la misma manera un proyecto de la Argentina
como regional o global. Y nos llegan proyectos de todo el mundo. Pero también
es un desafío, estar basado en Buenos Aires y ser independiente, entonces ahí
te ayuda mucho la relación que tenés con el cliente y todas tus conexiones.
Realmente terminás trabajando de manera global. El que no se pone a la par de
su cliente hoy no termina generando cosas interesantes.
En este momento de tanta ebullición, con tanto miedo a herir sensibilidades en
la comunicación, ¿qué rol les toca jugar a las marcas?
Carolina:La gente entendió que el poder económico no está en los gobiernos, está
en las marcas, y la verdad es que cada día les va poniendo más peso para que este
mundo sea un mejor lugar. Pero a la vez yo siento que es cierto que hay temores,
que estamos en un lugar medio raro, porque de repente aparecen temáticas que
son superinteresantes pero a las marcas les da miedo. Y está buenísimo hablar
de esto, pero a la vez ¿cuáles son sus credenciales para tomarlo? Ese es nuestro
rol. ¿Qué estás haciendo como marca? Porque no es solamente hablar. ¿Cuál es el
beneficio tangible para la comunidad a la que estás usando (entre comillas) para
hablar de tu producto, de tu marca? Las dos somos muy sensibles socialmente
y nos importa que determinados temas se toquen bien y se hablen bien. Yo me
siento comunicadora en mi trabajo y también afuera. Hoy de hecho hice un par
de posteos respecto a la gordofobia, y también me gusta comunicar cuando las
cosas se hacen bien. Son temas que nos tocan, nos sensibilizan y nos gusta aportar
desde el mejor lugar. De esa manera tratamos de ayudar a las empresas para que
también pisen ahí, pero que pisen bien. O sea, no es un tema de conversación,
son causas, y como toda causa necesita acción y no solo palabras. Regina: Totalmente. El abordaje siempre tiene que estar anclado en el respeto, no
en subirse a una temática. Lamentablemente cada 8 de marzo nos pasa; cada 27
de junio nos pasa. Nos va a pasar en noviembre para el Pride, cada fecha nos pasa
eso de "quiero hacer un posteito". ¿Pero vos tenés un proyecto de diversidad?
¿Tenés mujeres en cargos gerenciales? ¿Tenés las herramientas como para
validar esto? En la agencia hicimos un proyecto con Nutrilon, uno de Pride y otro
de propósito, donde había parejas homoparentales. Y estuvo buenísimo porque
tenían todas las credenciales para hacerlo. O sea, lo podían respaldar porque
tenían algo que estaban haciendo puertas adentro. Entonces ahí te cambia todo
el relato. A ambas cualquier tipo de washing, sea pink, sea rainbow, sea green, nos
genera mucho disgusto. Me afecta en lo personal. Entonces hablemos de lo que
quieras pero primero chequeemos tus papeles. Es lo que la sociedad demanda
de las marcas. Una marca como un actor social, no solo como una etiqueta en el
punto de venta. Si las marcas tienen los efectos positivos de su poder, del poder
económico que tienen, que también tengan la responsabilidad que ese poder
acarrea. Son las dos caras de la misma moneda.
¿Hay un wake up call en la industria? ¿Se movió algo la agenda?
Carolina: Sí. Todas marcas con las que trabajo están tratando de tener
comunicación con propósito. A mí lo que me pasa es que siento que va más lento
de lo que debería. Sobre todo con el tema del feminismo, a veces nos ponemos a
pensar y digo "wow, yo no voy a ver ese cambio". Y ahí se me estruja el corazón.
Hace poco tuvimos una reunión con el Museo de la Tolerancia en México (estamos
trabajando un proyecto para allá), y una socióloga, muy interesante, nos contaba
ciertas cosas y hablábamos de que también hay mucho estereotipo sobre cómo
se toma el cambio de la gente, ¿no? Entonces hay mucho estereotipo de que ya
debería estar deconstruido. Y nadie acepta ponerse en el lugar de "tenés razón,
durante años lo hice mal, y ahora me estoy dando cuenta y lo voy a cambiar".
Como que ese espacio no nos lo estamos permitiendo. Y es muy dañino eso porque
la gente cree que porque repostea algo del feminismo ya está deconstruido.
Hay una cantidad de gente que sigue construyendo con micro-machismos, por
ejemplo. Con los cambios sociales siempre el discurso antecede a la acción, con
cual a mí me tiene mal la velocidad. Regina: Yo comparto esa sensación con Caro. Creo que hay algo que la pandemia
generó, sí hay un cambio en ciertas cosas que las personas apreciamos como el
contacto o los vínculos. Ciertas cosas que tienen que ver con lo personal, con el
equilibrio entre la familia y el trabajo. Con lo que nos es realmente importante
en la vida, que se puso en valor y que está buenísimo.
Recién Caro hablaba de que había compartido un par de cosas que se hacen bien,
que le gusta ir por ese lado. ¿Qué sienten que se hace bien desde las marcas de
acá o de afuera?
Carolina: Yo compartí hoy a la mañana una conversación con mi profe de
gimnasia, con lo cual está fuera de esta conversación. Pero, a ver, la gente está
agradecida con quien le muestra cómo estaría bien encarar algo, o un tema del
que no se habla. Ahí sí veo un cambio que está buenísimo. Regina: Creo que fueron los centennials los que se cargaron una muy buena en
eso de enseñar, de cambiar estereotipos, de romper estereotipos, de decir cosas...
Y ahora entonces, por ejemplo, los abuelos se den cuenta. No sé, también me
pasaba con mis viejos, mi hermano explicándoles sobre el lenguaje inclusivo. Se
dan esos cambios que están bárbaros. Y bueno, me pasa mucho presentando a
marcas este tipo de cambios sociales. Carolina: Cuando me hiciste la pregunta pensé en marcas, en qué cambios había
visto, y hay uno que a mí me impresiona mucho pero no es hacia afuera sino
es algo que hicieron hacia adentro. Cuando empezó todo esto, cuando nadie
podía salir, Airbnb indemnizó a la mayoría de sus empleados bien, o sea, los
indemnizaron como corresponde, y a un grupo grande los ayudaron a ubicarlos
en otras empresas. O sea, recursos humanos se encargó de que esa gente tuviera
un trabajo en otro lugar. Y eso me parece esencial y espectacular porque a la
sustentabilidad le hicieron propaganda solo desde el pilar del planeta, cuando
hay otros dos que son "people" y "profit". La realidad es que tenés que cuidar
a la gente tanto como al planeta y tenés que lograr que esa gente pueda vivir y
tener un ingreso. Ese me parece un lindo ejemplo de pandemia y de cómo una
marca se hizo cargo de la situación.
Como planners, ¿qué las inspira? ¿Qué le recomiendan a alguien que está en el
área?
Regina: Lo que más me inspiró en el trabajo últimamente es una planner -que
casualmente me recomendó Caro-, la más joven del team, que tiene 25 años,
Anita. Es inspiración constante porque tiene esa frescura de la juventud, tantos
datos. Tener gente joven y fresca en los equipos es fundamental, porque te sacan
del statu quo, de cómo uno hace las cosas, y genera relatos geniales..., tienen que
ser talentosos, claro. Todo lo que cuenta, todo lo que hace, a mí me parece muy
inspirador. Son personas que te llenan de información que no tenías y que es
más difícil googlear. Carolina: Siempre le digo a la gente más joven, sobre todo si quieren trabajar
como planners, guárdense un lugar del día para mirar tendencias, para leer cosas.
Una parte de tu trabajo tiene que ser estar al día de lo que pasa, sí o sí. Porque si
no, te volvés un planner de matrices y de llenar casilleros. Lo que más nos nutre
a los planners es la gente. Es sentarse, hablar, escuchar. También, si voy a tocar
un tema, me gusta juntarme con especialistas. Te nutre la gente con la que te vas
cruzando. Y los otros planners también. Como decimos siempre, somos pocos y
nos conocemos todos. Regina: Yo creo que los planners casi por condición natural necesitamos estar
con otros, necesitamos compartir. Compartir un pensamiento, compartir
información, compartir lo que fuere, es algo que nos enriquece a todos. Y después
para ser planner tenés que ser empático. Y tenés que estar en los pies de cada
target al que le hablás y vibrar un poco eso que estás diciendo. Carolina: Salir de los métodos de siempre también está bueno. Estoy trabajando
para Bolivia, primera vez para ese mercado, y quería entender cómo era el pueblo
boliviano. Cómo es, cómo piensa. Y entre la cantidad de información que estuve
leyendo, desde los diarios hasta informes, reportes, el INDEC de Bolivia y demás,
me bajé la carta astral de Bolivia y la leí. Son leoninos con ascendente en Escorpio
y la luna en Tauro. Creo que no hay ningún otro puesto dentro de una agencia
o de la comunicación que pueda capitalizar tanto el conocimiento de cualquier
tipo.
¿Cuánto cambiaron los vínculos? ¿Nos dimos cuenta de que es lo mismo, de
que se puede, de que hay otras maneras de hacer las cosas?
Carolina: Sí, se puede. La tecnología nos ayuda y está. Se perdió mucho esa cosa
de la sensibilidad más fina. Necesitamos pelotear nuestras ideas y nuestros
pensamientos para después tener un punto de vista que no sea nuestro ego...,
funciona así. Creo que hay cosas que al estar a través de una pantalla funcionan
mejor, como la puntualidad. Y esto de darle el tiempo para hablar al otro, porque
no podemos hablar encima a través de un Zoom. Pero a mí me encanta preparar
un mate, sentarme en el escritorio de otra persona y decirle "a ver ¿qué te pasa
con esto?". Regina: Los planners de agencias no somos freelance porque nos gusta trabajar
con gente, porque nos gusta compartir. Creo que la decisión tiene que ver con
estar con gente, con ser parte de un equipo. Particularmente extraño el día a
día. Pero bueno, creo que aprendimos a llevarlo bastante bien. Esto también
humanizó todo y especialmente a los clientes, que a veces ponen distancia en un
lugar medio Robocop. Todos nos adaptamos. El ser humano se adapta a todo lo
que tenga por delante. A veces a mí me da un poco de nostalgia, a la vez reconozco
que también con un hijo chiquito creo que soy de las personas a las que más ha
favorecido la pandemia porque también pude estar acá con él.
No deja de asombrarme que hayas dicho que hay tanto planner freelance. Sobre
todo porque estrategia es a largo plazo.
Regina: A mí me han dicho un montón de planners "no quiero trabajar a largo
plazo, yo quiero trabajar por proyecto". Creo que hay algo de la industria que está
entrando en crisis, porque pasa en todas las áreas, hay algo de precio/calidad,
lo que se paga por lo que se exige, ¿no? Ahora hay otro mindset. Y chapeau, está
perfecto. Pero en algún momento la industria tiene que hacer un catch up sobre
qué estamos pagando, a quién, dónde estamos parados. Me parece que eso lo
estamos sufriendo mucho. Y la gente joven y fresca es necesaria, es vital para
la creatividad, para la estrategia, para el laburo que hacemos en general de
comunicación. Algo tenemos que hacer como industria para que haya más gente
joven. ¿Por qué? Porque la gente joven va a hacer más fresca la industria, más
diversa, más ecuánime.