Liebre Amotinada "Propósito no es la palabrita de moda como alguna vez fue activación"
Por: Carlos Acosta Imágenes: Santiago Mele
La llegada de Pablo Sánchez Rubio como COO abre una
nueva etapa en Liebre Amotinada, con la mirada puesta en
la región latinoamericana. Conversamos con Mariano Pasik,
su fundador, y con Pablo Sánchez Rubio, sobre lo que implica
hacer negocios hoy, la importancia del propósito genuino y
la necesidad del compromiso empresario.
¿Crece Liebre? ¿Podemos tomar la incorporación de Pablo como una señal de
crecimiento?
Mariano Pasik: Sí, podemos tomar la incorporación de Pablo como una señal
de crecimiento. Pablo es un amigo y es un profesional del carajo, así que está
buenísimo. El negocio está más completo en el sentido que antes hacíamos
una película, radio, gráfica y tele y estábamos hechos, ahora se incorporaron
tantas otras cosas que se sofisticó mucho. Entonces necesitás gente mucho más
seniority que antes. Hay que mirar de manera más global.
La sofisticación requiere conocimiento y lucidez para ver qué se necesita en
ese momento.
Pasik: Sí, es mucho más difícil mantener viva la llama de la estrategia. No es
llenar contenido en distintos lugares, es ser relevante y mantener como esa big
brand idea que siempre buscamos. De alguna manera no alcanza con el ancho
de banda. Y a su vez te transformás o morís. Mirá los bancos y las fintech, por
ejemplo. Están todos reconvirtiéndose a velocidad creciente, en casi todas las
categorías. En seis meses cambió el negocio para muchas categorías y para las
agencias también de alguna manera.
Pablo, ¿qué le vas a aportar a una agencia independiente como es Liebre con
tanta experiencia en el mundo corporativo?
Pablo Sánchez Rubio: Hace treinta años que vengo trabajando en corporaciones
dentro de la industria publicitaria y también en la bancaria, y la realidad es
que pasar a una indie es espectacular. Yo me nutro mucho de la experiencia de
Mariano, de cómo resolver problemas rápidamente. Me siento directamente con
el dueño y resolvemos cualquier situación en cinco minutos. Antes el 25% de mi
tiempo en la corporación se lo dedicaba a temas burocráticos. Ahora ese tiempo
lo dedico a pensar negocios. A buscarle la vuelta para generarle más ingresos a
la compañía, para tratar de solucionar una problemática de negocio a un cliente.
Me saqué de la mochila todos esos procesos y requerimientos y todo se lo estoy
poniendo al negocio y a acompañar a Mariano a que Liebre crezca. Y estoy muy
contento.
¿Cómo está el negocio de la agencia después de estos dieciocho meses complejos
que vivimos?
Pasik: Extrañamente a nosotros nos fue muy bien. Prácticamente no paramos.
Esto que le pasa a Pablo les pasa a los clientes. Creo que esto que está pasando en
el mundo y en la región, estamos en la era de las indies. Cuando Liebre empezó
decíamos "somos una agencia liviana, una agencia versátil, tirando a chica",
y pedían una agencia triple A. Ahora decimos "somos chiquitos, te atendemos
nosotros, somos todos seniors, estamos sobre la mesa", y responden "es lo que
necesito". Pasa lo mismo con los freelance. Vos ahora le decís a un cliente que
si necesita un talento lo vas a ir a buscar a Tanzania y no te pregunta por qué no
está en tu oficina. Todo eso que antes era en contra ahora es a favor. Que creo
que está buenísimo y que los clientes lo valoran. Y realmente tampoco pueden
pagar las megaestructuras, por lo menos en la Argentina. Cada vez pagan menos,
pero cada vez son más pobres. Los anunciantes se achicaron, los presupuestos
se achicaron, es lógico que haya menos dinero para nuestra industria.
Que hoy dediques tu tiempo a nuevos negocios es muy bueno teniendo en cuenta
el momento actual: las empresas triple A no solamente convocan a agencias
triple A sino a las que les resuelven los problemas...
Sánchez Rubio: Absolutamente de acuerdo. Nuestro negocio siempre va a ser la
creatividad. Nosotros resolvemos las problemáticas que tienen los clientes con
creatividad. Con la creatividad adaptada a estos tiempos claramente. Al final del
día todo se resuelve con una buena idea. Del otro lado tienen gente senior y gente
que tiene veinte años de experiencia; resolvimos problemáticas de diferentes
industrias, de diferentes anunciantes, nos sentamos en la mesa con ellos a
discutir un brief, una problemática, dónde está el consumidor, cómo lo vamos
a ir a buscar. Cuando ven mucho seniority del otro lado, es mucho más sencillo
encontrar esa idea y esa creatividad que resuelva los problemas.
Este es un escenario que genera nuevas oportunidades. ¿Hay oportunidades
para las agencias como para reconfigurar el negocio y convertirlo en algo más
rentable, que es lo que necesita la industria?
Pasik:Las agencias indies son rentables. Nos tenemos que recibir de empresarios.
Como que hay un desdén por el empresariado en el mundo de las agencias. No
digo solo las agencias de publicidad, eh, las de medios, las de PR. Cuando se
separaron las agencias de medios de las agencias se llevaron el Excel, a nosotros
nos dejaron el Word [risas]. Pero aprendimos Excel. Yo creo que tenemos que
aceptarnos empresarios. Y como tales, si no se ganara plata, no estaríamos hace
tantos años, ¿no? Se achicó la rentabilidad, eso es cierto, pero creo que también
tenemos una gran capacidad de convertirnos. Sánchez Rubio: Absolutamente. La industria publicitaria vive cambiando y se
va reinventando. Porque, volviendo al principio de la pregunta, obviamente
estamos atravesando una revolución tecnológica que en los últimos dos años
aumentó sideralmente por la pandemia. Y si vos como agencia no te reinventás, te
quedás afuera. Pero somos inteligentes y todas las agencias se han reinventando.
Nuestra capacidad de adaptación siempre está basada en una gran idea creativa.
Digo, es lo más importante que tiene una agencia. Es difícil de perder y es lo que
nos hace subsistir y seguir ganando guita. Pasik: Y después, algo que veo muy en el Consejo Publicitario, donde toda la
industria de la comunicación es entendida como un global... Tener esa percepción
de todos los que estamos ahí te hace entender también que, cuando hablamos de
propósito, no es la palabrita de moda como alguna vez fue activación. Mi hija que
tiene 15 años no ve yogurt, ve plástico, y que realmente el mundo está jodido.
El cambio climático no es un "biri biri". El nuevo consumidor dice "si no puedo
confiar en los políticos ¿dónde están las marcas?, ¿qué me van a dar a mí las
marcas?, ¿por qué voy a pagar por ellas?". La gran mayoría de los consumidores
puede prescindir del 90% de las marcas. Entonces las únicas marcas que van a
ser relevantes son las que realmente hagan algo por los demás.
¿Y esto que empuja la generación de tu hija es advertido por las marcas más allá
de que en su discurso esté incorporado el propósito? ¿Lo tienen en cuenta en su
desarrollo productivo y comunicacional?
Pasik: Y..., están empezando. El tema de género se instaló fuerte. Entre otras
cosas, por las mujeres que están dentro de las compañías. No es una decisión
solamente que tiene que tomar un directorio, hoy ya la pelea es cuerpo a cuerpo,
en tu casa, en la empresa, en el cupo de género. Y me parece que la publicidad
con estereotipos a la vieja usanza cambió en cinco años. ¿Te acordás de los
comerciales de hace tres años y lo que son ahora? ¡Y los que van a ser dentro de
dos años...! Sánchez Rubio: La pandemia cambió muchas cosas. Lo que pasó el año pasado fue
inédito, las marcas dejaron de comunicar sus marcas para comunicar campañas
de bien público, de concientización, para contar lo que estaban generando, o
simplemente decir "voy a sacar el presupuesto de marketing y lo voy a donar
para buscar la solución al COVID". Dejaron de hablar de sus marcas para empezar
a hablar de cómo ayudar a la gente, ¿entendés? Eso fue un cambio radical que
sigue, y ahora la gente quiere más, y quiere saber cuándo se va a dispersar el PET,
cómo van a hacer para cuidar más el ambiente, cómo van a hacer para hablar de
género, etcétera, etcétera, etcétera.
Escucharlos me hace ilusionar que el capitalismo se puede humanizar. ¿Son
optimistas?
Pasik: Sí. Yo me acuerdo de clientes que me preguntaban "¿para qué quiero
una página web?, ¿para qué quiero las redes sociales?". Después fue "¿para qué
quiero datos?". Algunos todavía se preguntan "¿para qué quiero propósito?",
y todo eso más allá de la moda. Creo que las empresas se reconvirtieron todas
porque los que llegan a las decisiones, los directores, prácticamente son nativos
digitales. Cuando la generación que está reclamando esto llegue a las marcas,
ahí se acabó. Es una cuestión generacional y de tiempo. Me parece que sí, que
va a cambiar todo, porque si no cambia, nos vamos a inundar como el subte de
Nueva York. Sánchez Rubio: El que cambió fue el consumidor. Un chico de 15 años está
pensando en la contaminación global, en el plástico, en que el producto sea más
saludable, en no consumir tanta azúcar. Y las marcas tienen que tratar de llegar
a ese consumidor, claramente tienen que cambiar. Casi en defensa propia. Pasik: Quilmes, que es una compañía que realmente se mueve bien en esos
términos, al Parque Eólico de Achiras le puso Budweiser. Ya lo tienen incorporado.
La sustentabilidad es el negocio. No separan la sustentabilidad, el RSE del negocio.
Las marcas que sean honestas y sinceras con el consumidor son las que se van a
quedar en el corazón del consumidor.
Eso es lo que hace más creíble el discurso, ¿no?
Pasik: Es que no es un discurso, es básicamente un business plan. Sánchez Rubio: Sí. El capitalismo no se murió, chicos.
Pablo, has participado bastante de la difunta AAP. Mariano, te veo bastante
activo en el CPA... O sea que está en la inquietud profesional de ustedes participar
de las instituciones que hacen a la actividad. ¿Creen que la actividad tiene que
cambiar la matriz de identidad, de posición frente a la sociedad? ¿O vamos a
seguir ahí en un costadito dejando que a veces los pisoteen?
Pasik: Yo creo que es un tema de cierto lobby, entendido como se entiende
realmente en el mundo, no acá. Nosotros podemos hacer todos los papers del
mundo, pero si no vamos uno a uno a empatizar con los que nos tienen que
contratar... Si nosotros ganamos bien, a ellos les va a ir mejor. Si nos llaman
a concursos regulados, van a perder menos tiempo. En todas las industrias se
logra desde el convencimiento. Yo empiezo a trabajar en el Consejo hace diez
años porque me doy cuenta de que los clientes están ahí y que no los tengo
enfrente, los tengo al lado, de igual a igual. Entonces me parece que pasa por eso
también, por encontrarse con los seres humanos que hay al lado y empatizar. En
el consejo directivo del Consejo hoy está el Santander, Clarín, La Nación, Arcor,
Facebook y Viacom. Y estoy yo. Todos de igual a igual. Bueno, creo que esa es
la mayor contribución que Liebre puede hacer a la industria, ¿no? Estar al lado
de ellos y que entiendan que somos parte de la mesa y aportamos valor. Si nos
ponemos enfrente a los tiros, mucho no vamos a conseguir. Esto es como en el
barrio, digamos, hay que empatizar.
Pablo, habiendo tenido una participación importante en la AAP, ¿cuál es tu
percepción de Agencias Argentinas?
Sánchez Rubio: Yo creo que es algo que tenía que pasar. La AAP tenía que
cambiar, adaptarse, tenía muchísimos problemas. Se armó un grupo de trabajo
con referentes de la industria, se trabajó bien, se armó Agencias Argentinas. Hay
muy buenas intenciones para hacer este tipo de manual de buenas prácticas.
Yo comparto lo que dice Mariano, por más que hagamos un manual de buenas
prácticas, después tenemos que lograr que el cliente lo compre, porque si no,
queda solamente en el manual. Pero creo que se está trabajando bien y hay muy
buenas intenciones. Decidimos volver a participar en Agencias Argentinas como
Liebre para aportar nuestro granito de arena y ayudar para lograr que al final
entre los anunciantes y las agencias podamos tener una industria mejor.
Hace un rato bastante largo que estamos charlando pero no hablamos de la
agencia. ¿Cómo está Liebre? ¿Clientes? ¿Planes?
Pasik: Siempre fuimos una agencia con clientes de muchos años. Muy sólidos
en las relaciones. Llevamos muchos años en YPF y tres gestiones de gobierno.
Estamos con Metrogas, Laboratorio Sanofi; este año hicimos un laburo grande
para Unilever. Tenemos como cliente la Oficina de Mercosur en Uruguay. Hemos
trabajado para Arcor. Hicimos el lanzamiento de Unión Ganadera. Con Pablo
ganamos un pisco en Chile, hicimos una campaña divina de animación y el cliente
llamó y dijo que vendió más que en Navidad. Hace diez años que trabajamos
en México para el Santander. Y la llegada de Pablo nos va a dar esa expansión
regional. Él tiene un perfil más comercial. La última milla ahora la tiene que
hacer Pablo. Sánchez Rubio: Sí, y un poco es también aprovechar toda esa experiencia que
hicimos en Chile y todos los contactos que yo tengo en Latinoamérica. Estamos
hablando de abrir oficinas en Paraguay, en Colombia, y expandir la oficina que
Mariano abrió hace diez años en México. El mercado argentino es chico y la idea
también es regionalizar Liebre. Porque Liebre tiene un montón que ofrecer no
solamente a la Argentina. Cada vez que hacemos algo para afuera lo hacemos
muy bien y los clientes quedan felices. Pasik: Así como hablábamos de propósito, del nuevo consumidor y de mi hija,
también hay una contradicción que tenemos que resolver: la mitad de nuestro
país está debajo de la línea de pobreza. Mi hija cuando ve el yogurt ve plástico, y
hay una parte de la Argentina que cuando ve yogurt ve algo que no puede comprar,
¿entendés? Entonces también hay que tener una mirada de ese país. Porque si
no, parece que estamos viviendo en Suecia. Como industria de alguna manera
debemos ser conscientes de eso. Y ahí es donde Liebre se hace fuerte. Porque a
nosotros nos llama un cliente y ponemos todo sobre la mesa. Las empresas hoy
tienen que ayudar a levantar este país, porque si no, se van a quedar sin mercado.
No es que todo se resuelve con una buena idea o con un buen packaging.
Nosotros, por otro lado, no somos solo comunicadores de marcas. Yo vengo
trabajando con el CEA en la idea de hacer una gran campaña de marca empresaria.
Las empresas argentinas tienen que entender que deben subir la reputación.
Después de la Iglesia y los sindicatos, son los peores vistos de la Argentina.
Entonces también hay que laburar sobre qué empresariado tenemos. Y las marcas
deberían saberlo y derramar por ahí. Estamos llenos de consumidores que se
están cayendo de la góndola. Hay que pensar para ellos.