Juan Cravero & Gabriel Maloneay "Podemos hacer que las empresas cambien hacia el lugar que la sociedad demanda"
Por: Carlos Acosta Imágenes: Santiago Mele
La pandemia trajo mucho más que cambios de hábito, nos
hizo conscientes de la finitud y del modo en que vivimos y
consumimos. Ese cambio de mindset obliga a las compañías
a comunicar y sobre todo, a hacer distinto. Desde Craverolanis,
Juan Cravero y Gabriel Maloneay comparten los nuevos
proyectos que lideran y sostienen: "las agencias tenemos que
ayudar a que las marcas sean parte de la solución. Pensando
en el futuro pero con un pie en el presente".
Se utiliza mucho la metáfora de la pandemia como una guerra. Estamos llegando
al final, cuando se cuentan los muertos y se empieza a ver para adelante para
reconstruir. Como agencia, ¿qué aprendieron de todo eso? ¿Y qué se está
mirando hoy?
Juan Cravero: Todavía es temprano para sacar conclusiones. Esto no terminó.
Ojalá termine pronto. Hemos aprendido algunas cosas. A utilizar algunas
tecnologías o algunas nuevas formas que existían pero éramos reacios a usarlas
y que, de repente, nos sentimos obligados a hacerlo. A algunas cuestiones hasta
les tomamos el gustito. Nos sirvieron, fueron buenas.
¿Se está gestando un nuevo escenario para los negocios? ¿Es favorable para las
agencias?
Gabriel Maloneay: Yo creo que sí. La pandemia ayudó a ser más conscientes no
solo de la finitud sino de cómo vivimos en realidad. Hay una profundización de
la mirada. La pandemia aceleró muchas cuestiones que se vienen dando y que
tienen que ver con la tecnología, la alimentación, la energía, la diversión... La
pandemia aceleró algo y ya sabíamos que íbamos hacia ese lugar. Juan: Aceleró y colaboró con la concientización de muchas cuestiones. Gabriel: Nosotros estamos pensando en el futuro pero con un pie en el presente,
¿no? Entender esto en tu relación con los anunciantes y con el negocio que cada
anunciante tiene en cada una de las categorías que comunica. Las agencias
tenemos que ayudar a que las marcas sean parte de la solución. ¿La solución de
qué? De los problemas que existen. Juan: Hace muy poco se hablaba del storytelling al storydoing, y yo siempre digo
que ya saltamos un paso al storychanging. Más importante que hacer, es cambiar
las cosas. Nosotros estamos para colaborar en ese ir hacia el cambio positivo
y comunicar qué cambios están haciendo las compañías de cara al futuro. La
coyuntura colaboró con la concientización y con el exigir a las marcas estos
cambios.
Juan, ¿cuáles son para vos los cambios que se están dando en la generación del
contenido?
Juan: Hoy se volvió mucho más importante, a mi criterio, lo que decís que cómo
lo decís. Para la gente es mucho más relevante una pieza cuando el contenido
es importante. La gente quiere escuchar qué están haciendo las marcas sobre
determinadas cuestiones. ¿Qué están cambiando las marcas de cara a esto que
está sucediendo? Se nos hizo mucho más explícita toda esta problemática, sobre
todo la que tiene que ver con el cambio climático, ¿no? Y todas las industrias
tienen algo que ver, absolutamente todas.
¿Por ejemplo?
Juan: Hoy la alimentación es responsable de la salud de los seres humanos, es
responsable de la salud del planeta. Y es responsable de la salud de los animales.
Entonces en función de eso la alimentación tiene que replantearse cosas.
Mirar qué y cómo va a decirlo. Y qué es lo que está haciendo para cambiar estas
cuestiones. Pongo sobre la mesa la alimentación, porque ya todos sabemos que
también vamos a hablar de los combustibles, los plásticos...
Gabriel, ustedes tienen una vasta experiencia en una categoría tan importante
como la leche, factor clave en la alimentación. ¿Hay una conexión más fuerte
con la realidad del mundo?
Gabriel: Se es muy consciente. En términos de una categoría como la leche y sus
derivados, tiene que ver, primero, con poder vender productos de alta calidad.
La Serenísima específicamente ha tenido a lo largo del tiempo una cuestión
de buscar la máxima calidad en sus productos a través de la materia prima. A
eso se le suma promover la sustentabilidad, conservar y proteger la calidad
de producto a lo largo del tiempo, y tener la trazabilidad de todo ese proceso.
Para eso vos tenés que trabajar en los campos, en cómo se pastorean las vacas,
en el bienestar animal. Todo eso produce cambios en la calidad. Entonces las
empresas hoy empiezan a mirar mucho más atrás. Porque la gente también se está
preguntando sobre eso. Quiere saber el origen de ese producto y cómo se hizo. A
la crisis económica argentina se agregó una crisis de pensamiento, de principios.
Donde empiezo a tener elecciones sobre qué compro, qué consumo, cómo me
divierto. Si prevengo o me curo, ¿no? En todos estos cambios que nosotros como
agencia estamos intentando tener un posicionamiento; todos trabajamos con las
mismas herramientas, la diferencia está en cómo ves el futuro de los negocios.
Creemos que con nuestro seniority y con todo nuestro equipo joven, que aporta
muchas ideas frescas, innovadoras, podemos hacer que las empresas cambien
hacia el lugar que la sociedad demanda.
La pandemia está dejando consecuencias sociales, económicas, sanitarias,
pero también emocionales y psicológicas. ¿Cambió la preocupación por cómo
se habla al consumidor?
Juan: Desde el comienzo de la pandemia siempre pensé "esto dura tres meses y
se termina". Siempre fui optimista respecto a la pandemia. Me equivoqué. En el
contexto pandemia obviamente hubo que comunicar de una forma diferente, la
gente estaba más sensible. Durante la cuarentena dura, con la gente encerrada,
con muchos cuestionamientos, uno mira más hacia adentro. Todo el tiempo
se está evaluando, recalculando cosas. Entonces también hubo momentos
diferentes de sensibilidad. Las marcas querían estar y querían acompañar, y
también tenían sus problemáticas que querían contar. Poco a poco todo se fue
relajando un poco. Y la gente finalmente quiere volver a divertirse, quiere volver
a tener las mismas sensaciones que antes de la pandemia. Seguimos con nuestra
función de acercar las marcas a la gente de una forma empática y acompañando
ese termómetro social. Gabriel: Hoy vemos un poquito de luz ahí, que se vive con optimismo. La idea de
que tal vez convivamos con la enfermedad y nos tengamos que vacunar todos
los años. Después de toda época de prohibiciones (entre comillas, ¿no?) habrá
una época de destape.
Sí tenemos la certeza de que nada se va a comunicar como se comunicaba antes.
¿O sí?
Juan: Nada se comunica como se comunicaba antes. No solo por la pandemia.
Han pasado muchísimas cosas. Cuestiones de género, por ejemplo. El mundo
está en un momento de mucho cambio y de mucha toma de conciencia sobre
muchas cuestiones.
¿Dónde está puesta la proa de CraveroLanis?
Juan: Hacia el futuro. Queremos ser colaboradores de las empresas más allá del
simple hecho de producir un discurso, queremos colaborar con el cambio. Estamos
trabajando, por ejemplo, para un proyecto chileno que es superinteresante: hacer
combustible líquido de alto octanaje a partir del aire. Y al mismo tiempo que
se produce este combustible, se descarboniza la atmósfera. Es decir, quitamos
el carbono que emitimos ?y está contaminando? y que está de alguna manera
generando este cambio climático que estamos viviendo. Un proyecto hermoso. Gabriel: Y a escala global. Estamos lanzando la primera compañía de hidrógeno
verde en el mundo. Juan: Hidrógeno verde, que es algo que ya es conocido pero tiene altos costos.
Este es un hidrógeno verde accesible. O sea, es un hidrógeno verde al costo del
barril de petróleo. Este proyecto resulta muy interesante para nosotros porque
trabajamos con ellos desde la creación del nombre y de la marca. Hicimos el
branding, desarrollamos logotipo, isotipo, manual de marca. Incluso un primer
manifiesto para dar a conocer a los futuros accionistas. El proyecto demo se hace
en Magallanes. ¿Por qué? Porque tienen unos vientos permanentes altísimos, lo
que serviría para generar energía eólica barata, que se traduce en electricidad,
que se utiliza para separar, a partir de un proceso de electrolisis, el hidrógeno del
agua. Por otro lado, con unos filtros gigantescos toman a partir de esos vientos
también el carbono que está en la atmósfera; entonces con el carbono tomado
de la atmósfera gracias a los vientos y la electricidad que genera electrolisis y
separa el hidrógeno del oxígeno, se genera una molécula de combustible de alto
octanaje que se hace con carbono e hidrógeno. Es un proyecto enorme, hermoso
y diferente. Vos me preguntabas cuál es el lugar ideal para la agencia. Este tipo
de proyectos. No solo porque toca el tema del cambio climático sino por ser un
proyecto llave en mano que empezamos de cero. Gabriel: Por eso creemos que la proa de la agencia definitivamente es pensar en
el futuro actuando en el presente. Para nosotros hay algo que hacer hoy. Hoy,
ya. En cada uno de los aspectos que maneja una marca puede hacer algo hoy
para cambiar lo que va a venir. Nuestra cartera de clientes es muy heterogénea
de productos, de alimentación, de servicios, como el Grupo Sancor Seguros.
En una agencia independiente el mejor prospect es el que está acá adentro. Las
agencias independientes no tenemos alineaciones internacionales. Nuestros
clientes están acá porque tienen resultados. Y esto es una premisa fundamental
en CraveroLanis. Nos alegra mucho tener una mirada distinta porque nos
buscan marcas como Ualá, por ejemplo. Acabamos de tomar un cliente nuevo
en un concurso, con Lario, una marca de embutidos y fiambres que tiene más
de noventa años en la Argentina pero poco conocida en Buenos Aires. Vamos a
lanzarla como marca nacional. Seguimos trabajando con Schneider, sumamos
la sidra 1888. Acabamos de hacer la campaña para la Copa América donde somos
sponsors oficiales de la Selección argentina por primera vez.
En épocas donde todo cambia tan rápido, ¿ser una agencia independiente es
una ventaja?
Juan: Hay un concepto que nosotros trabajamos siempre con nuestros clientes
más allá de la sustentabilidad: reducir la fricción. Somos una agencia atendida
por nosotros y nosotros entendemos la problemática del cliente y estamos ahí. Gabriel: Aplicado esto a Prevención Salud, por ejemplo, es una marca de medicina
prepaga que instaura en la Argentina la medicina online antes de la pandemia.
Ahora se convirtió en un commodity, pero ya había una que trabajaba de esta
manera. Trabajamos con los clientes en reducir la fricción. Cómo hacerlo en una
compañía de seguros, en un banco, en un banco digital o en una fintech.
Juan: Son las ideas que nos interesan, las que más nos seducen, y sobre las cuales
también colaboramos con nuestro pensamiento. Somos una agencia de ideas.
Ideas que tienen que ver con la comunicación específicamente, ideas que tienen
que ver con solucionar una problemática en el negocio. Más allá del brief. Nos
gusta meternos en el negocio del cliente, si nos abren la puerta. Gabriel: Nosotros hemos colaborado en modificar consumos, históricamente,
con Giacomo Capelettini, con Sibarita. El mercado de pizzas congeladas se
desarrolló con Sibarita. Impusimos una forma desde la comunicación que
atravesaba el negocio. Juan: Una pregunta que nos gusta hacerles a nuestros clientes es ¿qué se pierde
el mundo si tu marca desaparece?, ¿perdería o ganaría algo? Comienza a partir
de ahí un ping-pong interesante. Hablamos de experiencia de marca, porque la
experiencia que uno tiene con la marca empieza a suceder cuando comienza a
entender qué está haciendo la marca por el planeta, entre otras cosas. Su impacto
social, económico, medioambiental. Una empresa genera la experiencia mucho
antes de que tomen contacto con ella.
¿Y Lanis?
Juan: Darío sigue siendo accionista de esta agencia. Darío es una de las personas
más inteligentes que conozco, si no la más. Seguimos divirtiéndonos cada vez
que nos encontramos y tenemos la misma relación de siempre. Él participa de la
agencia de una forma diferente, simplemente. No está en el día a día, como yo,
pero participa. Gabriel: Darío nos ayuda a pensar mucho también en el modelo de agencia a
seguir. Vos sabés que para nosotros las cuatro C de CraveroLanis son clave: la
constancia, la coherencia, la continuidad y la creatividad son parte fundamental
de cualquier trabajo. Juan: La C más importante es de la Cravero, claro [risas], y le agregamos C de la
ciencia y una última C, que es la C de la contundencia.